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Silvia Valdés Trabajadora social de Cruz Roja, coordina un taller para detectar el acoso escolar

“Algunos niños que sufren acoso escolar llegan a pensar que es por su culpa”

“Es importante llegar a las familias de los acosados y también a las de quienes acosan; a veces hay problemas complejos detrás”

Silvia Valdés Marcos León

Silvia Valdés es trabajadora social en Cruz Roja y está muy implicada en cuestiones de educación, formación y atención a los menores. De su mano, y en colaboración con todo el equipo de Cruz Roja Gijón, se ha puesto en marcha una serie de talleres formativos para familias que les ayuden a detectar y atajar el acoso escolar. Los interesados pueden participar en sesiones impartidas por una psicóloga que dará pautas a los padres para saber cuándo y cómo actuar.

–¿Están las familias cada vez más preocupadas por esta cuestión?

–Sí, sabemos que el acoso está formado por un triángulo en el que intervienen las personas o persona que acosa, la persona acosada y el entorno. Por lo tanto, la red de apoyo más cercana tiene un papel crucial en esta situación. Formar a los padres y madres o miembros de la familia extensa para poder detectar estas situaciones de acoso es uno de los pilares para poder atajarlo.

–¿Cómo ayudarlas a hacer frente al acoso a sus hijos?

–Una vez detectada la situación de acoso, lo principal es mostrar el apoyo incondicional a los menores, tienen que sentir que cuentan con sus padres y madres para salir de esta situación, saber que no están solos. Lo siguiente es trasladar la situación al centro escolar.

–¿Cómo detectar situaciones de acoso?

–Las situaciones de acoso son difíciles de detectar, ya que las personas que las sufren suelen ocultarlo por vergüenza, por miedo o por ambas razones. Los menores van a buscar por todos los medios que su entorno no se entere, aun así es posible observar una serie de conductas que nos deben alarmar, como, por ejemplo, cambios repentinos de comportamiento, cambios en hábitos de sueño y alimentación, manifestaciones psicopáticas, como dolor de barriga, de cabeza, afectación en el rendimiento escolar, rechazo a asistir a el centro educativo... La existencia de estas conductas no implica directamente la existencia de acoso, pero sí pueden ser la parte visible de estas situaciones, por eso es necesario mantener comunicación abierta con nuestros hijos. Así podríamos descartar que este cambio de comportamiento se deba a una situación de acoso. Sin embargo, si por el contrario, los menores estuviesen sufriendo acoso podríamos detectarlo de la forma más ágil posible y actuar en consecuencia.

–¿Falta formación en los colegios? ¿Los niños son conscientes de lo que les pasa?

–Los centros escolares tienen formación en acoso y hay protocolos para actuar en este sentido, luego como en cualquier profesión, hay profesorado con mayor empatía y sensibilidad que gestionan de una forma más eficaz estas situaciones y profesorado que probablemente necesitaría más apoyo para mejorar sus intervenciones. En algunos casos los niños sí son conscientes, pero desgraciadamente hay ocasiones en que pueden llegar a pensar que es su culpa, que las personas que acosan son sus amigos o incluso que se lo merecen. Sean conscientes o no, sufren determinadas situaciones que les incomodan o les hacen sentir mal y aunque en ocasiones tratarán de ocultarlo, los adultos debemos estar atentos a esas circunstancias.

–¿Se puede solucionar el problema si se ataja a tiempo?

–Sí, sin duda hay que arrojar luz en este sentido, cuanto antes se detecte mejor, cuanto más implicado este el entorno también habrá mejor pronóstico, pero, en cualquier caso, incluso aunque la situación se detecte más tarde, con la ayuda adecuada, se sale. Las heridas pueden llegar a curar por completo, por eso es tan importante la detección y en este momento queremos hacer hincapié en la formación a los padres y madres, que tiene en su mano formar parte de la solución. En las acciones que desarrollamos queremos llegar a familias de niños que sufren el acoso y también a las familias de quienes lo ejercen ya que detrás del comportamiento abusivo también se esconden en ocasiones problemáticas complejas.

–¿Es clave la prevención?

–Consideramos que las acciones preventivas son prioritarias. Lo ideal, sería que ningún niño o niña llegue a sufrir por estas cuestiones. Y creemos que como sociedad debemos estar orgullosos ya que se ha avanzado, pero aun así, queda mucho por hacer y desde Cruz Roja queremos aportar los recursos que están de nuestra mano.

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