La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La macrooposición de la Empresa Municipal de Aguas de Gijón, “una oportunidad” en plena crisis

“Fue algo rebuscado”, indican algunos participantes en el primer proceso selectivo tras el estado de alarma, con 614 aspirantes

Los aspirantes a entrar en la EMA, antes de arrancar el examen de en el recinto ferial. | Ángel González

Leyla Nuralieva era recepcionista en un hotel que quebró por la pandemia. Alberto Martínez era técnico de sonido en orquestas hasta que el coronavirus silenció al mundo entero. Y Laura López trabajaba de auxiliar de enfermería hasta que en se quedó en el paro en febrero. Los tres compitieron esta mañana en el recinto ferial Luis Adaro ante un total de 614 aspirantes a una de las 18 plazas de trabajo fijo que convoca la Empresa Municipal de Aguas (EMA). “Es una oportunidad importante”, aseguran.

El examen teórico del proceso de selección fue el primer proceso selectivo que se celebra en Gijón desde que terminara el estado de alarma y a la cita estaban llamadas 960 personas, muchas de ellas en busca de una oportunidad laboral en plena crisis. Los asistentes tuvieron que responder a cincuenta preguntas, con cuatro de reserva. Cada fallo restaba 0,25 de la nota final, cada acierto sumaba un punto y las no contestadas no computaban. La prueba tuvo una duración de 75 minutos y también dirimirá 60 plazas de trabajo temporal.

Una de las participantes fue María Rodríguez, una chica de 23 años que se graduó el año pasado en la Universidad de Oviedo como bióloga. A la puerta del recinto ferial le esperaba su madre, Mercedes Álvarez. “Acabé la carrera el año pasado, pero no hay trabajo. Quiero algo de futuro”, comentó la joven, que reconoció que no había salida muy contenta. “Las preguntas han sido un poco rebuscadas. Se nota que hay que hacer criba”, explicó Elisabeth Carrasco, otra de las examinadas. Tiene 39 años y es la cuñada de Alberto Martínez, el técnico de orquesta. “Llevo encadenando contratos sin parar unos cinco años. Necesito algo que sea más estable”, apostilló.

Colas para entrar al examen en la puerta del Luis Adaro. | Á. González

Colas para entrar al examen en la puerta del Luis Adaro. | Á. González

Los participantes estaban convocados a partir de las 9.00 horas, que era cuando abrían las puertas. El cierre se produjo a las 10.20 horas y el ejercicio tendría que haber arrancado diez minutos después. Sin embargo, lo hizo con algo de retraso, lo que provocó que la hora de salida también se pospusiera más de lo esperado. Por lo demás, la prueba se realizó sin mayores problemas y contó con la asistencia de responsables de Correos y de personal del Ayuntamiento para comprobar en primera persona cómo se ejecutaba y sacar ideas de cara a otros procesos selectivos.

Entre los asistentes también había personas con ocupación que quieren cambiar de aires. Roberto Argamayor, de 51 años, es uno de ellos. Trabaja en la construcción civil y salió con cierta satisfacción del Luis Adaro. “Ya hace varios años estuve en la EMA y las condiciones que tienen son buenas”, razonó. “Es una oportunidad, ya que aunque no saque plaza fija entras en la bolsa de trabajo”, ahondó. Pablo López, de 35, es trabajador del metal y también participó en la oposición. “Llevo en el ERTE cosa de un año, así que está claro que esto es una oportunidad”, comentó. Lo mismo piensa Carmen Rodríguez, de 50 años, que trabaja como limpiadora en un colegio de la ciudad. “Es la ocasión para tener mejores condiciones”, zanjó.

El resultado de los exámenes se conocerá en una semana y se publicará en la web municipal. Esta es la última prueba prevista para acceder a la EMA por lo que en siete días la plantilla de la empresa sumará otros 18 empleados fijos además de una bolsa de trabajo a la que accederán 60 de los que participaron en la oposición.

Compartir el artículo

stats