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Esperanza en el tercer carril de Suárez Valdés

Los vecinos de la avenida de Castilla y de la calle que lleva a El Coto reciben con alivio y cautela la reordenación del tráfico: “Ojalá este eje deje de estar saturado”

Julia Almeida y Manuel Vigón, “Lin”, en el paso de peatones de General Suárez Valdés, junto al Corazón de María, con los tres carriles, detrás. Juan Plaza

Manuel Vigón, conocido como Lin, histórico presidente de la Peña El Piles de bolos, lleva más de tres décadas contemplando el tráfico de la avenida de Castilla, donde reside. Siempre lo tomó como algo natural, aunque en los últimos meses, tras los cortes en la circulación del Muro ha visto cómo ha aumentado de manera constante. “Veo bien la medida de los tres carriles en sentido hacia El Coto, espero que sirva para desahogar un poco y no haya tanto barullo, porque ahora mismo la avenida de la Costa está colapsada, y la avenida de Castilla, también”, señala. Acompañado de su mujer, Julia Almeida, observaron ayer la reordenación del tráfico recién acometida. “Esperemos que sirva y deje de estar la avenida saturada”, apuntaron.

Con esperanza, aunque también con algo de escepticismo y cautela, recibieron otros vecinos del barrio los cambios en el tramo de la avenida de Castilla entre Ezcurdia y la avenida de la Costa y en su prolongación en General Suárez Valdés, hasta Pablo Iglesias. En sentido sur, hacia El Coto, existen ahora tres carriles, por uno solo para los vehículos que van en dirección a la playa. “El problema es que es un punto un poco difícil y caótico. Es una zona con mucho tráfico, hay inestabilidad, pasos de peatones, cruces de direcciones, y todas las medidas que se hacen siempre generan algo de inestabilidad al principio, pero esperamos que a larga generen algo de fluidez”, comenta Juanjo Lada, vecino del barrio, mientras espero a su hijo a la salida de clase del Corazón de María. “Hay que darle todavía algo de margen”, subraya.

Juanjo Lada, en el cruce de la avenida de la Costa con la avenida de Castilla. Juan Plaza

Una idea parecida la traslada Miguel Ángel Camacho. “Ojalá alivie el tráfico este tercer carril, pero con el cierre al tráfico del Muro siempre vamos a tener algo más de tránsito”, explica, antes de añadir que cree que esta medida para reordenar el tráfico tardará algo de tiempo en asentarse entre los conductores. “Lo que se busca es que se cruce la ciudad por El Coto en vez de por la avenida de la Costa, pero al final se da más rodeo. Y la gente está acostumbrada a ese trayecto más corto”, indica.

Los operarios municipales ultimaron ayer los últimos detalles de la puesta a punto para establecer las nuevas marcas viales durante la mañana. Hubo algunos atascos puntuales, que desaparecieron ya durante la tarde. A muchos conductores aún les pilló por sorpresa el cambio, y aún seguían sin utilizar ese tercer carril hacia El Coto o para girar al final de General Suárez Valdés a la izquierda hacia Pablo Iglesias. “Con el paso de los días se irán acostumbrando los conductores”, explica Lin Vigón, que ve positiva esta medida para los días de fútbol, cuando vuelva el público a El Molinón de forma masiva. “Se colapsa la calle Ezcurdia y al hacer este giro se bloquea la calle”, añade.

Lo que sí aplauden los vecinos son los movimientos para intentar darle equilibrio a la calle. Antes del tercer carril se efectuó otra medida que ayudó a que no se produjesen accidentes. El carril derecho de la avenida de Castilla obliga a girar hacia a la avenida de la Costa, pero algunos conductores continuaban de frente hacia General Suárez Valdés. “Todos los días había algún castañazo”, resalta Lin Vigón. Hace unos meses se colocaron unos pivotes y un aparcamiento para motos, para anular ese tramo inicial de carril en General Suárez Valdés, y así evitar que los coches continuasen rectos.

La seguridad, no solo de los vehículos, si no también del peatón, es algo que pide Juanjo Lada. “Ahora lo que deberían arreglar es el primer semáforo de la avenida de la Costa, justo nada más girar desde la avenida de Castilla, que se pone en verde y a los tres segundos en ámbar para los peatones, y a veces es peligroso”, concluye.

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