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Arranca la reforma integral del kiosco de la música de Begoña

La primera fase servirá para desmontar varias estructuras

El kiosco de música de Begoña, vallado. Ángel González

José María González y Elena Nieto son una pareja de El Llano que casi todas las tardes disfrutan de una caminata por el paseo de Begoña. Ella, que toca el piano y fue profesora de guitarra, no pudo por menos ayer que echarle un vistazo al kiosco de la música, que hasta el próximo viernes permanecerá vallado para la retirada de piezas. Es el primer paso a la gran reforma de la infraestructura en la que se invertirán 60.000 euros para hacerla más accesible.

“Espero que lo adecuen para que se pueda escuchar música”, explica Nieto, que aplaude que el Ayuntamiento haya iniciado las obras para recuperar una construcción con tradición, en pleno corazón de la ciudad. No es la única que estaba ayer contenta, porque mientras reanuda junto a su marido el paso hacia su hogar, Luis Gutiérrez, otro vecino de El Llano, pasea a su perra “Roe” por la zona verde aledaña al kiosco. “Estaba hecho un asco y además en una zona que es muy clásica en Gijón. Espero que lo dejen en el mismo sitio y que se ponga más vigilancia para evitar destrozos”, apunta.

Las obras de retirada parcial del kiosco han sido adjudicadas a la empresa Construcciones Aislamientos Topografía S. L. L.. El importe de la licitación es de 7.617,87 euros y la adjudicación está valorada en 5.831,39 euros. Esta firma será la encargada hasta el próximo viernes de proceder con el desmontaje de todos los elementos de la base de la infraestructura, incluidas las barandillas de vidrio, el revestimiento, el forjado de madera y la estructura que lo sostiene. Únicamente quedarán los cuatro pilares del kiosco, así como la cubierta de madera. La reforma era una de las demandas más antiguas de la asociación de vecinos “Jovellanos” de la zona Centro, que llevaban años solicitándolo al gobierno local.

Ayer, charlaban animadamente Santiago López y Roberto Morán a escasos metros de las vallas de la construcción. “Estaba en un estado lamentable y daba muy mala imagen al paseo de Begoña”, aseveraba el primero, que espera que los cambios sirvan para “ganar accesibilidad y para que haya conciertos de la Banda de música”. “A mí me gustaría, que, tras la obra, el kiosco de la música quedara cerrado para ponerle coto al botellón y que así no vuelva a deteriorarse de nuevo”, añadía el segundo. Él, como el resto de los vecinos de Gijón, confían en que el inicio de las obras signifiquen el primer paso para que el kiosco de la música de Begoña recupere su esplendor y salga de su abandono.

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