Tres baterías de coche, dos bicicletas, un patinete eléctrico y 700 kilos de cristal. Eso es parte de lo que ocultaban hasta ayer las aguas del puerto deportivo. La limpieza del fondo marino anual impulsada por la Federación de Actividades Subacuáticas del Principado (FASPA), Emulsa y Cruz Roja, que en 2020 no pudo realizarse por la pandemia, fue todo un éxito. Participaron 21 submarinistas, que rastrearon todo el fondo en busca de desechos, así como otros 20 voluntarios encargados de sacar la basura de los pantalanes. “Este año se nota que hay menos vasos porque ha habido menos fiesta. La gente sigue tirando basura, pero cada vez hay más concienciación de que no todo puede ir al mar”, aseguró Daniel Suárez, presidente de la FASPA.