Durante los meses más duros de la pandemia se puso de moda aquello del café para llevar. ¿Dónde han terminado algunos de los vasos de cartón para transportar la bebida? Exacto, en el mar. Así lo comprobaron ayer los casi 80 voluntarios que participaron en la campaña de recogida de residuos y microplásticos impulsada por el Gijón Basket. En total, se recuperaron cerca de 60 kilos de basura, sobre todo de bastoncillos para las orejas y de mascarillas. Puede parecer mucho, pero en realidad es menos que el año pasado cuando realizaron esta misma iniciativa. Y es que la conclusión en líneas generales es que la playa de San Lorenzo está bastante limpia. “La peor parte está en la zona de la desembocadura del río Piles”, aseguran los participantes.
Carolina Tamargo es nadadora de aguas abiertas y forma parte del Grupo Rampa Dos, una de las entidades que participó ayer en la iniciativa. Tiene 44 años y suele nadar entre dos y tres kilómetros varias veces a la semana. Está acostumbrada a ver deshechos en el Cantábrico. “Se ve mucho plástico, sobre todo de bolsas, pero he visto hasta un bidón de aceite que tirarían de algún barco”, concreta. Tamargo no participó sola en la actividad de ayer en la playa. Fueron casi ochenta personas las que se pusieron de acuerdo para limpiar el principal arenal gijonés, con motivo de la celebración del Día Mundial de los océanos. Entre los clubes que participaron estuvieron el Fodeba de baloncesto y varios jugadores del Sporting Genuine, que estuvieron presentes a través de la Fundación Mareo.
Fredy Suárez, María José Sánchez y Covadonga Suárez son otras tres personas que participaron ayer en el lavado de cara de la playa. “Es una pena que la gente no cuide tanto el mar”, explica Suárez. “El plástico es muy perjudicial, mucho más que el carbón. El carbón hace mala estética, pero el plástico es dañino”, razona el varón, que también es nadador de aguas abiertas. No muy lejos de ellos está Marina Tamargo, una adolescente de 16 años comprometida con el medio ambiente. Enseña en su móvil un vídeo de un pez con el estómago lleno de plásticos. “Es malo para la salud”, detalla. Lanza también un mensaje para los más jóvenes, como ella. “Les diría que si salen de fiesta, que recojan lo que ensucien”, dice la chica, que ya estuvo en la campaña del año pasado.
Iván Petrovich es el presidente del Gijón Basket. Ayer participó como uno más en la retirada de plásticos. De no ser por el abultado calendario de partidos, más jugadores del club habrían participado en la iniciativa. “Tenemos una playa bastante limpia. Al menos desde la escalera dos a la 13. En la zona del Piles es donde más suciedad estamos notando”, apunta el dirigente. “Desde luego no tuvo nada que ver con lo del año pasado. Este curso se nota que está mucho mejor. En 2020 tocamos fondo”, declara Petrovich, el promotor de una iniciativa que procuró dejar en perfecto estado de revista las saladas aguas del Cantábrico. Y es que a la vuelta de la esquina ya asoma el calor y gracias a la labor de los voluntarios de ayer, los bañistas podrán darse chapuzones mucho más limpios.
