El Principado y el Ministerio de Fomento (ahora Transportes) suscribieron el 25 de abril de 2019 un protocolo de colaboración para mejorar la conectividad de la red de carreteras del Estado en Asturias con la Autovía de la Industria (AS-II) de Gijón a Oviedo, por el que la administración autonómica adquirió el compromiso de ejecutar la remodelación integral del enlace de Roces en el tramo local de circunvalación de la Autovía del Cantábrico (A-8). Transcurridos algo más de dos años de la firma de aquel acuerdo –realizado en vísperas de las últimas elecciones municipales y autonómicas– la actuación de Roces permanece en vía muerta, sin que ni siquiera se haya encargado el proyecto. Y ello pese a que los estudios de movilidad del gobierno regional reconocen que el actual enlace entraña serio peligro para los conductores que transitan por la zona, debido a que el sistema semafórico de Porceyo “genera colas de tráfico que amenazan con colapsar la A-8” en un punto por el que circulan alrededor de 28.000 vehículos al día.
El Plan Director de Infraestructuras para la Movilidad diseñado por el Principado hace un lustro ya recoge la remodelación de este enlace, mediante la construcción de dos nuevas rotondas a la misma altura, para tratar de mejorar la fluidez del tráfico. El presupuesto estimado entonces para acometer la actuación ascendía a 2,5 millones de euros.
La solución para un punto negro de la A-8
Avenida
de Oviedo
AS-II
A-8
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de Oviedo
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La solución para
un punto negro de la A-8
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de Oviedo
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La solución para un punto negro de la A-8
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de Oviedo
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El protocolo en el que aparece la obra del enlace de Roces lleva la firma del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y del actual senador socialista Fernando Lastra, que en aquel entonces era consejero de Infraestructuras del Principado. El documento establecía que, una vez realizados los estudios y conocidas las actuaciones a realizar, llegaría el momento de firmar unos convenios de ejecución y financiación de los que nada se sabe dos años después de que se anunciara el acuerdo.
El pacto entre la administración municipal y la autonómica, ambas en manos socialistas tanto entonces como ahora, también recogía la construcción de una conexión directa entre la autopista Y” y la AS-II a la altura de las gasolineras de Robledo (Llanera). Los avances en este proyecto han sido mínimos: el Ministerio de Transportes dio hace algo más de un año la orden de estudio para redactar el proyecto de una obra que ha sido valorada en veinte millones de euros y que el departamento de José Luis Ábalos se comprometió a financiar.
La tercera actuación recogida en el protocolo, y que también correría a cuenta de Transportes, consiste en la conexión de la Ronda Norte de Oviedo con la AS-II, de acuerdo con el resultado del estudio informativo encargado por el Ministerio. Han transcurrido 25 meses y aún se desconoce el contenido definitivo de un informe en el que debe aparecer el trazado de la futura ronda de circunvalación de la ciudad. Los primeros avances apuntan a que discurrirá por la falda del monte Naranco, tal y como pretende el gobierno local.
Una actuación para mejorar la seguridad vial y favorecer el paso de vehículos a la autovía AS-II
La anunciada remodelación del enlace de Roces se marca como objetivo principal la mejora de la fluidez y de la seguridad vial en la ronda gijonesa de la Autovía del Cantábrico (A-8). Sin embargo, los técnicos del Principado sostienen que entre las razones que justificarían la inversión de 2,5 millones de euros figura también el interés por favorecer el trasvase de vehículos hacia la Autovía de la Industria (AS-II), aligerando así la intensidad circulatoria en la “Y”. La AS-II es una autopista con “peaje en la sombra”, sistema por el que el gobierno regional abona un canon a la adjudicataria en función del número de vehículos que circulen por la vía. El volumen de tráfico ha estado por debajo de lo calculado por la empresa desde que, hace tres lustros, se inauguró esta alternativa a la “Y” para viajar de Gijón a Oviedo. El nuevo enlace, de ejecutarse, mejoraría la conexión entre ambas vías de alta capacidad y, en consecuencia, podría incrementar el nivel de tráfico en la AS-II.
