Esta vez la cita es en la Casa del Pueblo. A los socialistas les toca mañana ejercer de anfitriones en la reunión de la comisión que hace el seguimiento del pacto de gobierno sobre Gijón firmado en el verano de 2019 entre PSOE e IU. La última reunión, ya en julio del año pasado, tuvo lugar en la sede de Izquierda Unida. Eran los primeros meses de una pandemia marcada por las incertidumbres tanto de su recorrido temporal como por sus repercusiones sociales y económicas.
Esta cita, además, no es una cita cualquiera: coincide con el ecuador del mandato. A los máximos líderes orgánicos de ambas formaciones
Iván Fernández Ardura y Ana González por el PSOE y Faustino Sabio y Aurelio Martín por IU
les toca hacer balance de lo hecho, pero también fijar las prioridades para el tiempo que queda antes de pasar el examen de las urnas. Un tiempo que incluye la novedad de poder acceder a unos fondos europeos que permitan acelerar una parte de ese cambio de Gijón que promulgan los socios de gobierno.
Unos y otros destacan, por un lado, la buena sintonía y dinámica de trabajo entre los socios de gobierno y, por otro, que aunque todo la capacidad de trabajo y los recursos municipales se han derivado a cubrir las necesidades impuestas por la pandemia se ha seguido adelante con el compromiso de impulsar las 88 medidas que se incluyen en ese acuerdo de gobierno. De hecho, entienden que el grado de cumplimiento del acuerdo es alto en cuanto a la puesta en marcha de esas medidas. Un ejemplo. La medida 87 del acuerdo es la elaboración de un reglamento de laicidad municipal. El proceso se acaba de poner en marcha. Aunque en ese mismo bloque dedicado a la participación y buen gobierno van más lentas otras iniciativas como el plan estratégico de participación ciudadana o el refuerzo de los consejos de distrito.
La necesidad de Servicios Sociales de afrontar un año histórico de peticiones de ayudas por el covid les obligó a aparcar los compromisos de elaborar un plan director, una ordenanza de servicios sociales y la revisión integral del catálogo de prestaciones. Sí se aprovechó la nueva licitación del contrato de ayuda a domicilio para hacer cambios en el servicio.
La pandemia fue también el argumento para paralizar un compromiso que se había puesto negro sobre blanco en las primeras ordenanzas fiscales del gobierno de la izquierda: el IBI diferenciado. Ni se cobró el año pasado ni éste. Aunque no se da marcha atrás en su impulso en el marco de una fiscalidad progresiva. Era la medida 34 del acuerdo dentro del bloque de economía, hacienda y empleo. El mismo bloque que arrancaba con el impulso de un nuevo acuerdo de concertación social. “Gijón reinicia” se firmó en tiempo récord y con el objetivo claro de apoyar a la economía local en una nueva crisis.
En urbanismo y movilidad ambos socios creen que puede que no se haya conseguido solventar del todo el problema con las ayudas a la rehabilitación de fachadas. Pero es evidente que se ha cumplido con la gratuidad de los autobuses hasta los 16 años y con la apuesta, entre mucha polémica, a políticas que priorizan la movilidad ciclista y peatonal. También se da por cumplida, aunque no guste a muchos el cómo, la medida 45 del pacto que fijaba “el papel protagonista del Ayuntamiento liderando el plan de vías”.
