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En la mitad del mandato municipal

Gijón se mueve, pero no a gusto de todos

Las peatonalizaciones del Muro y la avenida de El Molinón y la nueva ordenanza ejemplifican la apuesta del gobierno local por la movilidad peatonal y ciclista y generan el rechazo de quienes demandan espacios para usar y aparcar el coche

Paseantes por el “cascayu” del Muro. Juan Plaza

Del plan de vías a la ordenanza de movilidad, pasando por la crisis del coronavirus. A punto de cumplirse los dos primeros años de mandato con Ana González como alcaldesa, son numerosos los asuntos sobre la mesa que generan debate, tanto entre los miembros de la Corporación como en la calle. LA NUEVA ESPAÑA inicia hoy una serie de reportajes para analizar esos proyectos que han protagonizado este primer bienio del gobierno local de coalición formado por el PSOE e Izquierda Unida, así como los retos pendientes de cara a las próximas elecciones municipales, que se celebrarán a finales de mayo de 2023.  

Hay Pleno este miércoles en la Casa Consistorial. Los ediles no estarán solos. La asociación ciudadana StopMuro ha convocado una manifestación ante el Ayuntamiento para “protestar por los problemas de movilidad que se han producido en la ciudad y exigir la reapertura del tráfico rodado en el Muro”. Esta protesta, como otras anteriores, ejemplifica la tensión que han generado –tanto a nivel vecinal como político– muchas de las decisiones que el gobierno local ha ido tomando a lo largo de estos dos años en esta materia. La movilidad ha sido, para bien y para mal, tema estrella del mandado. Y lo seguirá siendo.

El gobierno municipal hizo suya desde el minuto uno esa pirámide de la movilidad sostenible que coloca a peatones, ciclistas y transporte urbano en lo alto traspasando al vehículo privado al último puesto del escalafón de las prioridades. A partir de ese criterio se desarrollaron acciones normativas y se tomaron decisiones a pie de calle. Y si para otras concejalías la pandemia supuso pisar el freno para la de Movilidad, que lidera el socio minoritario del gobierno (IU) a través del edil Aurelio Martín, se ha convertido en una oportunidad de ir mucho más allá de lo previsto y en mucho menos tiempo. La peatonalización de gran parte del Muro es el máximo exponente.

Una opción que se reivindicó como “provisional” hace un año para cumplir con las distancias de seguridad impuestas para evitar contagios y que sigue vigente. Sin fin anunciado pese a las peticiones de muchos vecinos, que exigen como mínimo una circulación en ambos sentidos. No sólo el “cascayu” forma parte ya del vocabulario de todo Gijón. Es que esa acción de movilidad y urbanismo táctico ha dado paso a todo un plan de trabajo para redefinir, en todos los sentidos y con el horizonte de 2030, esa fachada marítima de Gijón. Igual que cambiar la forma de moverse por el paseo de Fomento con sus prolongaciones hacia Cimadevilla y El Natahoyo es elemento central en las propuestas de diseño presentadas al concurso de ideas impulsado por el Ayuntamiento para redefinir esa otra fachada urbana con vistas al mar.

Peatonalizaciones, carriles bici, carriles bus, zonas 30, entornos escolares seguros... Que por ahí iban los tiros lo dejó claro el equipo de gobierno nada más empezar el mandato. El ejemplo inicial más claro, y polémico, fue la decisión de reconvertir una cerrada –por las obras del pozo de tormentas de Hermanos Castro– avenida de El Molinón en una vía peatonal integrada dentro del parque de Isabel la Católica. Ni las críticas de la oposición ni las protestas vecinales por la pérdida de aparcamientos y un eje de comunicación consiguieron que se diera marcha al plan. La nueva vía peatonal está a punto de abrirse. Y no sólo. Se ha convertido en la experiencia piloto de un proyecto de corredores verdes por toda la ciudad que se espera poder financiar con fondos europeos para la reconstrucción. Igual que se espera que esos fondos puedan financiar la idea de tener un servicio municipal de bicicletas compartidas.

Cimadevilla, El Coto y Nuevo Roces han sido alguno de los barrios que, en estos meses, tuvieron sus más y sus menos con decisiones en materia de movilidad. Al barrio alto, en concreto, no le gustó nada que se cerraran al tráfico las calles Claudio Alvargonzález y Transito de las Ballenas. Aunque la queja general es que esas mejoras a favor de la movilidad peatonal y ciclista son una agresión directa a los conductores y se llevan por delante espacio físico de aparcamiento sin dar un alternativa a cambio. Alternativas como ese parking en altura que se sugiere en el plan de pacificación del tráfico del entorno de El Molinón pero para el que no hay ni plazos ni presupuesto.

Si cada peatonalización fue una batalla con la elaboración de la ordenanza de movilidad llegó la guerra. La gran polémica surgió por la limitación casi total, finalmente matizada, a la circulación de los vehículos sin distintivo ambiental pero la ordenanza abre muchas otras posibilidades. Como crear zonas de bajas emisiones, algo que ya se piensa para La Calzada, o reordenar la ORA para generar cuatro tipologías distintas de espacios de aparcamiento regulado. La ordenanza ha sido aprobada con una apoyo mayoritario, ya que votaron a favor PSOE, IU, Podemos y Ciudadanos, pero su futuro depende del recorrido que tengan las demandas en los juzgados del PP y Foro.

Finiquitado el documento de la ordenanza, ahora toca avanzar en el diseño del nuevo plan de movilidad. Aquí se deben concretar las medidas a las que la que la ordenanza da soporte legal. Plan y ordenanza son las dos patas de una movilidad que quieren cambiar el Gijón del futuro.

La recuperación de Emtusa, pieza clave en el transporte

La Empresa Municipal de Transporte Urbano (Emtusa) es una pieza fundamental desde hace décadas en ese Gijón que se mueve. El mandato del primer gobierno de izquierdas tras ocho años de Foro Asturias comenzó con una rebaja tarifaria, incluida la ampliación de la gratuidad del billete hasta los 16 años, para animar a más gijoneses a subirse a los autobuses municipales. El plan no arrancó mal. Pero llegó el covid y se llevó por delante a Emtusa. Un golpe histórico en cuanto a la pérdida de ingresos y viajeros que obligó al Ayuntamiento a entrar al rescate con 3,4 millones.

La agonía ha durado más de un año. El inicio a la vuelta a la normalidad de la vida de la ciudad ha supuesto también que Emtusa recupere el pulso. El pasado mayo fue el primer mes desde el inicio del estado de alarma con más de un millón de viajeros. Una cifra baja respeto a 2019 pero que ahora es casi de récord. Además, solo hace unos días se desbloqueaba el fondo estatal para el transporte público que le garantiza a Emtusa una transferencia de cinco millones de euros desde el Estado.

Esa apuesta municipal por Emtusa tiene otras vertientes como la renovación de la flota con vehículos híbridos o el desarrollo de carriles bus. Pospuesta para el año que viene la iniciativa en la avenida de Pablo Iglesias ahora se ha puesto en marcha el proyecto para el carril bus en las calles Gran Capitán y Brasil, eje de tránsito en La Calzada.

Manifestación de Stop Muro este miércoles para reabrirlo al tráfico rodado

La plataforma ciudadana Stop Muro llevará a cabo este miércoles una nueva movilización para exigir la reapertura de la avenida de Rufo García Rendueles para el tráfico rodado. Con esta manifestación de protesta, prevista para las 11.00 horas, coincidiendo con el pleno municipal que se desarrollará en el Ayuntamiento, pretenden denunciar “los problemas de movilidad que se han producido en la ciudad y para exigir la reapertura del tráfico rodado en el Muro”, señalan los organizadores en su convocatoria. Los argumentos de Stop Muro, explican, se fundamentan en que “una vez finalizado el estado de alarma y dado que se están flexibilizando las medidas tomadas en la pandemia, la alcaldía debe dar por finalizada la provisionalidad que justificó la peatonalización del Muro” hace casi un año. “Deben ajustarse a lo dispuesto en el PERI del Muro, aprobado por el Ayuntamiento en sesión de 12 abril de 2004, en el que se especifica que debe garantizarse la circulación en ambos sentidos con un ancho mínimo de 3,50 cm”, señalan desde la plataforma.

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