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Los surfistas piden ampliar su espacio en San Lorenzo: "Es un deporte en auge"

Las escuelas esperan el mejor verano, con decenas de aficionados a la tabla

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Surfistas en San Lorenzo Marcos León

La experiencia de Belén Martínez sobre una tabla de surf se reduce a tres horas, el tiempo que duró ayer su primera clase en la playa de San Lorenzo. Se inscribió con su amiga, Aida Txasko, de 42 años, que lleva un mes practicando. Como ellas, decenas de personas se han apuntado, a raíz de la pandemia, a cazar olas en el principal arenal gijonés. “Es un deporte en auge. Podemos estar ante el mejor verano”, aseguran los responsables de las escuelas.

Alejandra Fernández es la responsable de Tablas Surf School, que impartió sus primeros cursos en 1985. “En aquella época ya se notaba que había interés”, reflexiona la mujer, que en temporada baja cuenta con siete monitores, pero triplica en la época estival. “Es un deporte que está yendo para arriba por la pandemia, al hacerse al aire libre. Va ir a más”, razona una profesional que considera que la zona acotada en San Lorenzo para este deporte, entre las escaleras 8 y 10, “se queda corta”.

“Gijón es un sitio perfecto porque San Lorenzo es una buena playa urbana tanto para los que están aprendiendo como para los que ya son más expertos y está cerca de otros arenales asturianos”, señala Lucas Altamira, el director de Siroko Surf Center, donde trabajan 20 personas y ofertan decenas de cursos a lo largo del año. “Ha habido un boom en los últimos años, pero está siendo el que más reservas estamos teniendo”, apunta Altamira, que ensalza las bondades de la ciudad para este deporte.

“La demanda ha crecido muchísimo. En una semana podemos tener 200 personas contando todos los cursos”, concreta Guillermo Álvarez, uno de los 30 empleados de Skool Surf. “Solían venir muchos niños, pero cada vez hay más personas adultas que se animan a participar”, postula. “Se debería ampliar la zona surf, sobre todo en verano, porque ahora solo contamos con dos escaleras”, añade el joven.

Por su parte, Alejandro Alba es el director de la escuela Olas Surf School, más dedicada a los cursos de iniciación. “Es exponencial. Cada vez hay más escuelas en la ciudad y no nos falta el trabajo”, explica. “San Lorenzo está bien organizado. Si hubiera más sitio sería bienvenido, pero tenemos reuniones constantes y nunca nos mezclamos con los bañistas”, zanja Alba, uno de los propietarios de una de las escuelas de surf de Gijón que celebran que su deporte crezca, nunca mejor dicho, como la espuma.

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