Un vecino de Gijón acusado de almacenar más de 200 armas, pólvora y miles de cartuchos reconoció hoy los delitos que le atribuía la Fiscalía de Área de Gijón y aceptó condenas que suman 3 años de prisión y 6 de prohibición de tenencia y porte de armamento. La ratificación de la conformidad alcanzada entre las partes se celebró esta mañana en la Sección Octava de la Audiencia Provincial, con sede en Gijón.

Como consecuencia de unas investigaciones policiales llevadas a cabo en el curso de unas diligencias previas seguidas por el Juzgado de Instrucción nº 5 de Gijón, por un presunto delito de tráfico de armas, la Guardia Civil tuvo conocimiento, el día 20 de noviembre de 2018, a través de una llamada anónima, que el acusado podía tener en un trastero en Gijón gran cantidad de armas cortas y largas, así como pólvora y munición.

Así, el Juzgado de Instrucción nº 5 de Gijón autorizó en noviembre de 2018 la entrada y registro en el tratero y en la vivienda del acusado, en los que se incautaron 193 armas cortas (pistolas y revólveres) y 18 armas largas (rifles, fusiles, escopetas y carabinas), la mayor parte activas y sin documentación alguna, y otras supuestamente inutilizadas que pudieran estar adaptándose para su rehabilitación. También se encontraron en torno a 10 kilos de pólvora en diferentes envases y miles de unidades de pistones o fulminantes para cartuchería metálica, además de cartuchería metálica para armas cortas y largas (miles) y cartuchería no metálica, que excedía los 5.000 cartuchos permitidos. Igualmente se halló maquinaria para la recarga de munición.

El acusado solo poseía de forma legal 11 armas cortas y largas.

El 27 de noviembre de 2018, el Juzgado de Instrucción nº 5 de Gijón autorizó la entrada y registro en otra vivienda de Gijón, propiedad del acusado al 50% con su madre, y en otra propiedad de los padres de la mujer del acusado y en su respectivos anexos. En total, en esta última se encontró: un torno para trabajar metal, un fusil de aire comprimido de mira telescópica, tres balas para recarga y dos cajas de munición de calibre 22 (33 cartuchos en total).

El acusado colaboró con la Guardia Civil, mostrándole dónde tenía guardadas las armas y las municiones. En el momento de cometer los hechos se encontraba afectado por un trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad tipo límite y adictivo que afectaba a su voluntad, aminorándola.

Los hechos fueron considerados constitutivos de un delito de depósito ilícito de armas y de un delito de tenencia o depósito de sustancias y aparatos explosivos. Concurren la circunstancia atenuante de confesión y la circunstancia analógica de alteración psíquica.

Tras reconocer los hechos, el acusado aceptó, por el primer delito, 1 año de prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena; y, el segundo delito, 2 años de prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena. Privación de la tenencia y porte de armas durante 6 años y abono de las costas procesales.