El Lauredal, feliz con su atajo hacia Príncipe de Asturias: "Es una buena medida"

Los cambios en el entorno de la rotonda de El Musel se efectuaron el pasado fin de semana. Afectan a dos calles, Ruiz y Montseny. Ahora, la primera de las vías es de doble sentido y en la segunda, en la parte donde antes había dos carriles, se ha reducido a uno solo. Ese tramo está comprendido entre la calle Brasil y Ruiz y es únicamente para incorporarse a esta última vía. El objetivo del cambio es, en primer lugar, dar un acceso más fluido a los vecinos de El Lauredal a Príncipe de Asturias a través de la rotonda de El Musel. Y el segundo, pacificar la incorporación a la calle Brasil, donde está previsto que este verano se inaugure un carril bus, que también afectará a la calle Gran Capitán.

Con esta actuación también se ganan plazas de aparcamiento tanto para turismos como para motos. El carril bus en el eje de Gran Capitán-Brasil significará la pérdida de 83 plazas a las que hay que restar otros 21 estacionamientos en la calle Ruiz. Sin embargo, en el cómputo global, los vecinos de la zona Oeste salen ganando puesto que se han creado 72 plazas nuevas en la calle Martín y otros 52 en Federica Montseny. Este aspecto es uno de los que más preocupaban ayer a Susana Menéndez, una vecina de la calle Federica Montseny que ayer le daba a la sin hueso con otra mujer, sin perder de vista a su perro “Dobby”. “Si la actuación sirve para que sea más sencillo aparcar, pues bienvenida sea”, afirma. Lo dice porque a ella le cuesta trabajo encontrar sitio para su vehículo en horario de tarde, que es cuando regresa de su trabajo. No es la única puesto que la zona Oeste, en concreto el barrio de La Calzada, es el que más problemas presenta en toda la ciudad a la hora de encontrar aparcamiento.

La actuación también convence a Luis Rodríguez, un hombre de 79 años que ayer transitaba a pie por la calle Martín, tras haber bajado a comprar el pan. “Para entrar y para salir es una buena idea, porque ahora es más sencillo llegar a la avenida Príncipe de Asturias”, razona. La preocupación de Luis Rodríguez está más en lo que sucederá con la zona Oeste cuando se implemente el carril bus de la calle Brasil y Gran Capitán. “Temo que pueda suponer más un problema que una mejora”, afirma sobre una actuación que tendrá un coste de 225.000 euros y que afectará a 1,2 kilómetros de longitud. No será, de hecho, el único carril bus previsto. Están ya planeados otro en el eje Salvador Allende-Foro, en el barrio de Pumarín, y otro en la avenida de Pablo Iglesias.

Volviendo a Dimas Manuel, el trabajador de Cogersa no fue el único conductor al que le pillaron de imprevisto los cambios efectuados en el entorno de El Lauredal. “Sobre todo el primer día, hubo mucha gente que casi se mete en dirección prohibida. Hubo mucho lío”, aseguró Susana Menéndez, poco antes de retomar la marcha. Otro al que también le satisface los cambios implementados por el área de Movilidad es a Emilio García, vecino de la calle Federica Montseny, que ayer paseaba a su perro, un chihuahua llamado “Peter”. “Ha sido una buena jugada, porque se ha descongestionado el tráfico de Federica Montseny y para los que vienen de la zona de El Lauredal les es más sencillo llegar directamente a la rotonda”, concreta.

“Y encima, se han ganado plazas de aparcamiento. Una jugada redonda”, insiste un vecino, que como muchos otros residentes del entorno de la rotonda de El Musel, está satisfechos con los cambios efectuados tanto en la calle Martín como en Federica Montseny. Unos cambios que están aparejados a al futuro carril bus de La Calzada, ante el cual los vecinos ya presentan más dudas.