Una ruta a pie de cinco kilómetros por el entorno de la Milla del Conocimiento para que los pequeños descubran este espacio de la ciudad y, de paso, la biografía de nueve científicas de relevancia. Este es el broche de oro presentado ayer en el Parque Tecnológico como fin al proyecto educativo “Mujeres en la Ciencia y la Tecnología”, que se viene desarrollando en las aulas de varios colegios de la ciudad. La ruta nace también con una aplicación, ya disponible para descarga gratuita, llamada “Ruta de las científicas”, que permite que los alumnos, con la geolocalización del móvil, puedan orientarse por el enclave de la Milla y encontrar los nueve paneles con información que se han instalado para la propuesta.

La ruta empieza en la Escuela Politécnica y recorre la Escuela de Marina, el Intra, la zona en la que se ampliará el Parque, el Hospital de Cabueñes, Laboral Centro de Arte, la Universidad Laboral, la sede del Parque Científico y el Jardín Botánico. Para cada punto se ha asignado una científica, que son, por orden, Elena García Armada, María Ángeles Rodríguez Bernabeu, María Ángeles Durán, Victoria Sanz-Moreno, Margarita del Val, María Teresa de Pedro, María Tecla Artemisa Montessori, Rosa Menéndez y Eva Hevia Freire. La aplicación también resume la historia de Margarita Salas, histórica investigadora que da nombre a la Milla. A juicio de la alcaldesa Ana González, presente ayer en la presentación del proyecto, visibilizar este sector resulta ahora más importante que nunca. “Será la ciencia la que nos salve del covid-19, y a ello se pueden dedicar, con esfuerzo, tanto hombres como mujeres”, explicó. Estuvo acompañada por Luis Díaz, director de Gijón Impulsa, que explicó que la ruta había sido planteada para permitir un paseo “amable y bonito”, con la seguridad de que la geolocalización evitará usuarios perdidos.

Todas las estudiosas citadas, salvo Montessori –ya fallecida–, intervinieron por videoconferencia para charlas con alumnos de los colegios García Lorca, Jovellanos, Cervantes, Begoña, Patronato San José, Martínez Torner y Montiana. La mayoría de las estudiosas reconocieron haberse sentido pioneras en su campo, adentrándose en sectores en los que solo había hombres, y animaron a los pequeños a seguir indagando en la ciencia.