El nuevo centro de apoyo de Amazon en Gijón dará trabajo a 200 personas de forma directa y otros tantos indirectos. La multinacional estadounidense de la logística proyecta la construcción de un gran centro en el polígono gijonés de Lloreda que ofrecerá cobertura al moderno almacén que está levantando en la parroquia sierense de Bobes. Responsables de la compañía han comunicado ya sus planes al Principado y han remitido al Ayuntamiento el papeleo necesario para iniciar un proceso que implicará la compra de una finca de 50.000 metros cuadrados en una zona con mucho suelo por desarrollar. La inversión está por cerrar, aunque supondrá una lluvia de millones.
El futuro centro de Lloreda será un punto fundamental para las labores de distribución de los pedidos de Amazon no sólo en el concejo de Gijón sino también en una amplia zona de Asturias. Funcionará como un equipamiento satélite del macrocomplejo de Bobes, aunque con importantes niveles de autonomía, según los datos que manejan ya tanto el Principado como el Ayuntamiento. La previsión es que esté capacitado para albergar 600 furgonetas eléctricas, por lo que técnicos de ambas administraciones consultados consideran que será necesario construir una subestación que permita dar suministro a estos vehículos (nunca estarían todos operativos al mismo tiempo).
Pero el plan de Amazon en Gijón va más allá del crecimiento de la compañía en la región y de la consiguiente generación de empleo que provocará este salto. Implicará la reactivación de unos suelos industriales infrautilizados en las estribaciones de la mayor ciudad de Asturias, comercializados por la sociedad mixta Sogepsa y que acumulan años sin desarrollo por las sucesivas crisis económicas, entre otros motivos. Además, los gobiernos autonómico y local consideran que estos terrenos también son fundamentales para la resurrección de la cercana Zona de Actividades Logísticas de Asturias (Zalia), que acaba de recibir una fuerte inyección económica estatal a través de la sociedad pública Sepides.
Poco se conoce por el momento de los plazos que maneja Amazon para la operación en Lloreda, entre otros motivos, porque los trámites administrativos apenas están avanzados. Aunque sí se sabe que la compañía estaría en condiciones de llevar a cabo las obras en paralelo a las de Siero, en el caso de que fuera necesario. Respecto a la filosofía del proyecto, ha trascendido que pretende ser lo más sostenible posible, de ahí que se haya optado por furgonetas eléctricas para el reparto de los miles de pedidos que cada mes gestionará el nuevo almacén logístico.
El movimiento que acaba de efectuar Amazon en Gijón se produce unos días después del último acelerón en las obras de Bobes, que marchan a gran ritmo tras una ágil tramitación por parte del Principado y del Ayuntamiento de Siero. En este polígono ubicado en el corazón de la región, también comercializado por Sogepsa, la compañía se ha hecho con los terrenos relativos a la segunda fase del área industrial, que dispone de 243.560 metros cuadrados brutos. No obstante, la gran nave planificada se levantará sobre una parcela neta de 171.663 metros cuadrados, correspondiendo el resto a zonas verdes, espacios libres y viales. El almacén tendrá cuatro alturas (tres más la planta baja), con una superficie de 191.135,42 metros cuadrados. La inversión total supera los cien millones de euros y está previsto que esta infraestructura cree alrededor de un millar de puestos de trabajo en una primera fase de funcionamiento.
A ese dinero hay que sumar el millón que la compañía destinará a la reforma y ampliación de las instalaciones con las que ya cuenta desde hace año y medio en Meres, también en Siero. El gobierno local de este concejo aprobó en la última semana de mayo la licencia de obra, que implicará un incremento de la entreplanta del edificio, una reestructuración del área de oficinas y un recrecido de los espacios de control de acceso al equipamiento.
Los planes de Amazon para Lloreda consolidan su estrategia por convertir a Asturias en su gran núcleo de operaciones del Noroeste de España y sitúan a Gijón en el centro de esta revolución laboral y social, fundamental para el desarrollo de la región durante las próximas décadas. El Principado pretende que esta macrooperación sirva para resucitar cientos de miles de metros cuadrados de suelo industrial que se encuentran vacíos desde hace años. Y que al mismo tiempo incremente el dinamismo de los municipios del área central.
