Hace ya dos meses que, por decisión de la Junta de Gobierno que conforman los ediles del PSOE e IU, en Gijón ya no hay una avenida en honor de Juan Carlos I, el actual Rey Emérito. En su lugar, el callejero local rinde tributo en ese mismo espacio a José Manuel Palacio como primer alcalde de la actual etapa democrática. Hoy ese cambio se transforma en una realidad física con el proceso de renovación de las placas en todo el vial que atraviesa la zona oeste de la ciudad.

El personal del equipo de señalización viaria de la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano (Emulsa) se encargará de colocar las nuevas señales en las fachadas de los edificios. El operativo comenzará alrededor de las nueve y media de la mañana en el ámbito más cercano al Museo del Ferrocarril.

Un simple trabajo técnico sin presencia de ningún representante municipal. El cambio de nombre, que tanta polémica ha generado dentro y fuera del Ayuntamiento, no ha sumado por ahora ninguna convocatoria social o política. Aunque no se descarta. Sobre todo en lo que tiene que ver con el homenaje que supone incorporar al callejero local el nombre de José Manuel Palacio Álvarez, tras dos intentos fallidos durante los años de gobierno de Foro Asturias. Palacio fue alcalde de Gijón entre los años 1979 y 1987 bajo las siglas del PSOE, un partido que abandonó. Su última etapa política la hizo dentro de las filas de Unidad Gijonesa.

Si nadie puso reparos a dar el nombre de una calle al antiguo alcalde local, no fue tan fácil encontrar unanimidad política y social a la retirada del nombre de Juan Carlos I. En el acuerdo de la Junta de Gobierno tomado el pasado 27 de abril se indica que “el equipo de gobierno reconoce y respeta la importancia del papel jugado por el Rey Emérito durante la transición democrática, pero considera que los últimos acontecimientos han privado a la figura del Rey Emérito de la ejemplaridad que le hacía merecedor de una calle en la ciudad”. El gobierno local de coalición que lidera la socialista Ana González ya había anunciado en agosto del año pasado su intención de retirar a Juan Carlos I del callejero, tras conocerse las noticias sobre supuestas irregularidades en sus finanzas.