Tras cesar su actividad el pasado mes de noviembre, el Casino de Asturias reabrió ayer sus puertas para iniciar una nueva etapa marcada por la ilusión para combatir los problemas económicos derivados de la pandemia con una renovada oferta. Esta reinauguración viene acompañada de una decidida apuesta por la cocina, ya que el restaurante será uno de los principales reclamos del casino. “Nos estamos reilusionando”, afirma Emilio Palacio, responsable de Bingos y Casinos del Grupo Díaz Carbajosa.

El Casino de Asturias recupera con optimisto la actividad, que espera que sea la definitiva ante el creciente aumento de casos de covid-19 registrado en la región. “Estamos también estamos preocupados por el incremento de casos de la última semana”, afirma Palacio. A este respecto, el casino garantizará el cumplimiento de las medidas sanitarias pertinentes: aforo limitado, disposición de gel hidroalcohólico, toma de temperatura a la entrada, medidores del aire y prohibición de comer y beber durante el juego, entre otras disposiciones.

El equipamiento confía en salir adelante pese a lamentar el escaso apoyo recibido por parte de las administraciones. “No han tenido excesiva sensibilidad con los gastos del casino, los impuestos siguen ahí como si trabajáramos a pleno rendimiento”, censura Palacio, que reivindica el gran esfuerzo económico que supone sacar adelante el negocio. “Una instalación así tiene muchos gastos de mantenimiento, de seguridad o tecnológicos”. Asimismo, el gerente celebra contar con prácticamente el 100 % de la plantilla. “No queremos que nadie se quede atrás”, sentencia.

El restaurante, en el que “se han volcado muchos esfuerzos”, será uno de los alicientes más destacados del complejo. “Queremos ofrecer calidad con una cocina de mercado”, dice Palacio. Omar González, cocinero, esboza las líneas maestras del nuevo enfoque culinario, con el que se abandona el concepto de cafetería para darle una mayor relevancia a los platos. “Tenemos que poner en valor el producto asturiano, y más teniendo en cuenta que somos el Casino de Asturias”, declara Omar. Los horarios de comida y cena podrán adaptarse a los hábitos de la clientela. “Y luego a jugar”, bromea el cocinero.

A nivel de juegos, el local ofrece la totalidad de los mismos con excepción de los torneos de póker, que no estima oportuno habilitar por el momento.“Requiere una masificación de gente, diez personas por mesa”, afirma el máximo responsable del Grupo Díaz Carbajosa.