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"Era mi novia la que vendía droga, pero quiere arruinarme la vida", defiende un acusado de traficar con anfetaminas

El gijonés, que afronta cuatro años y medio de cárcel, niega los cargos y asegura que su expareja le quiso perjudicar, igual que "con la denuncia por violencia de género"

El acusado, esta mañana, ante el juez. Marcos León

El gijonés procesado por un delito contra la salud pública después de ser sorprendido con más de tres gramos de anfetaminas, y otras 14 pastillas de la misma sustancia, negó esta mañana los cargos y responsabilizó del tráfico de drogas a la que era su pareja sentimental en el momento de los hechos. “Ella era la que vendía, y yo a veces se las guardaba, pero lo que quería era perjudicarme y por eso me inculpó, igual que hizo con la denuncia de violencia de género”, relató el procesado, de iniciales I. C. N. en referencia a la denuncia por malos tratos que su ahora expareja presentó contra él y que acabó en condena.

El acusado, en prisión provisional, declaró esta mañana a preguntas del fiscal y de su abogada durante la vista oral que se celebró en la sección octava de la Audiencia. “De aquella estaba muy enganchado a las drogas, pero estoy desenganchándome en la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE) de Villabona”, expuso el joven. “Ella era la que tenía la droga, quiso arruinarme la vida”, añadió I. C. N. tras incidir nuevamente en que con ese mismo objetivo había sido condenado por malos tratos.

Esos episodios de violencia de género, de hecho, fueron los que motivaron la intervención de la Policía Nacional. “Recibimos una llamada de un posible caso de violencia de género y acudimos a la llamada”, explicó uno de los agentes en el juicio. Todo ocurrió en un piso de la avenida de Portugal en diciembre de 2019, donde el acusado vivía en compañía de otras personas, todas consumidoras de estupefacientes. “Le encontramos en una habitación, y ella nos explicó que llevaba días siendo agredida, nos enseñó las lesiones y a él conseguimos sacarle al descansillo. En el cacheo le encontramos varias pastillas y sustancias y nos dijo que se dedicaba al tráfico de drogas”, relató el agente. “Hasta identificó las pastillas por su nombre, calaveras negras, nos dijo”, añadió el policía.

La excompañera sentimental, por su parte, optó ayer por no prestar declaración, toda vez que la ley la ampara para evitar dar testimonio en el juicio al ser la pareja sentimental del acusado en el momento en el que ocurrieron los hechos. Su exnovio, con el que no cruzó miradas, se enfrenta a cuatro años y medio de cárcel y el pago de una multa de 200 euros, tal y como solicita el Ministerio Fiscal que esta mañana elevó a definitivas sus conclusiones. 

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