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La administración concursal presenta un ERE para despedir a la plantilla de Modultec

El Tribunal Superior anula regulaciones laborales anteriores de la firma quebrada al considerar que su gestión estaba subordinada a Imasa

Acceso a las instalaciones de Modultec en Porceyo. | Marcos León

La administración concursal de Modultec ha solicitado al juzgado de lo mercantil de Gijón la autorización para el despido, mediante un ERE, de 39 de los 42 trabajadores que permanecen aún en plantilla de la empresa, que entró el mes pasado en proceso de liquidación al no poder hacer frente a los pagos comprometidos en convenio que le permitió levantar en 2016 el concurso de acreedores en el que había entrado el año anterior. Los otros tres trabajadores previsiblemente también correrán la misma suerte en los próximos meses. Modultec se dedicaba a la prefabricación industrializada de edificios modulares.

La solicitud de este ERE al juez de lo mercantil tuvo lugar el pasado martes, mismo día en el que el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), ratificó la anulación de la inclusión en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) anterior de un empleado de Modultec, afiliado a CSI, señalando que la compañía quebrada forma parte de un grupo de empresas con Imasa, que ejercía realmente su control. A esta sentencia le seguirán otras, por demandas de otros trabajadores. El fallo del TSJA será utilizado previsiblemente ahora por los trabajadores para intentar tumbar sus despidos, bien con demandas individuales, bien mediante el conflicto colectivo que está dispuesto a interponer el comité de empresa, integrado por UGT y CC OO.

La rescisión de los contratos con los trabajadores mediante un ERE, una vez que una empresa entra en liquidación dentro de un procedimiento concursal, es el desenlace habitual, para que la sociedad siga acumulando deudas. La empresa en este caso no va a abonar la indemnización de 20 días por año trabajado, con el máximo de una anualidad, que corresponderá a los despedidos. En este caso, la administración concursal ya ha indicado a los representantes de los trabajadores de que la sociedad incluso carece de liquidez para poder abonarles la nómina del pasado mes de junio, que deberían de haber cobrado ayer. El pago de indemnización, más salarios pendientes correrá a cargo del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), con un tope de 8.000 euros.

Los sindicatos consideran que dará un giro a esta situación la sentencia del TSJA ratificando la existencia de un grupo de empresas. En cuanto a los sucesivos expedientes de regulación temporal en los que se han visto inmersos los trabajadores de Modultec desde 2015, a priori sólo se anularía la inclusión de los trabajadores que demandaron individualmente, dado que en estos casos no se presentó ningún conflicto colectivo.

Los juzgados inicialmente habían desestimado la existencia de un grupo de empresas, situación a la que se dio la vuelta después de la demanda por despido que presentó un responsable de recursos humanos de Modultec, que aportó pruebas de esa ligazón con Imasa.

La sentencia del TSJA señala habla de “ocultamiento de la realidad interempresarial” respecto al ERTE de 2016 impugnado y concluye que “los hechos acreditados ponen de manifiesto un estado de confusión interempresarial, en la actividad productiva y en la organización del trabajo, bajo una dirección unitaria ejercida por la empresa Imasa en condiciones que privan de la mínima autonomía productiva, organizativa y funcional a las demás empresas del grupo”.

El fallo del Tribunal Superior agrega que “los datos recogidos dan cuenta de una subordinación de la actividad productiva de las empresas del grupo a las directrices y acciones de Imasa, condicionantes de la carga de trabajo” de Modultec.

Uno de los argumentos que esgrimió en ese pleito Imasa, Modultec y Modulcea es que, aunque hubiera una sentencia que declarara la existencia de grupo empresarial a efectos laborales en 2015 –algo que tampoco reconocía– el mismo ya habría dejado de existir como tal con posterioridad. A este respecto, los magistrados señalan que le corresponde a la empresa demostrar que eso era así, sin que hubiera aportado pruebas de que hubiera dejado de funcionar como grupo empresarial a efectos laborales.

Modultec actualmente apenas cuenta con activos, después de que en 2010 vendiera a Imasa la parcela de 50.000 euros y la nave en la que tenía su actividad, en Porceyo.

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