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La ocupación de apartamentos turísticos emerge por su “seguridad” ante el virus

La mayoría de alojamientos alcanza ya cifras de clientes propias de agosto | “El visitante valora no compartir espacios”, indica el sector

Apartamentos turísticos en la calle Los Moros. | Juan Plaza

Cambio de costumbres de los visitantes por el covid. El veraneo en apartamentos turísticos en Gijón está al alza, debido al aumento en la preferencia por este tipo de establecimientos por parte de familias que debido a la pandemia se sienten más seguras pasando sus vacaciones en estos alojamientos. Si en años precedentes a la pandemia el cartel de completo se lograba sólo en el mes de agosto, en este, la mayoría de los apartamentos ya están a tope en julio. “Este mes estamos teniendo un 40% más de ocupación que en años anteriores a la pandemia, con lleno ya desde la primera quincena de julio”, explica Trinidad Rodríguez, propietaria de los apartamentos Ceán Bermúdez, que explica que siguen recibiendo llamadas para preguntar si tienen disponibilidad. “Se ve que la gente opta por este modelo al considerarlo seguro”, señala.

El aumento de ocupación no llega a ese porcentaje en todos los casos. En torno al 15% de crecimiento de la ocupación han experimentado los Apartamentos Urbanos Moros, que también están completos desde el último fin de semana de junio. A los clientes “les da más seguridad e independencia, al no tener que compartir tantos espacios comunes como en un hotel”, explica su propietaria, Paula Fernández. Lo que sí han notado es que se originan más cambios de fechas o cancelaciones que antes de la pandemia, pero a las pocas horas se cubren con nuevas reservas. Unas cancelaciones que esta empresaria asocia a la coincidencia con la vacunación de clientes.

Una clientela con un perfil fundamentalmente familiar, además de ser españoles. Cristina Cueto, que gestiona otro complejo de apartamentos turísticos en Capua señala por su parte que “julio y agosto siempre son buenos meses, y sí, estamos teniendo clientes que dicen que esta es su primera vez probando este formato, pero no sabría decir hasta qué punto eso se explica por la pandemia”. “Seguramente se está contrarrestando la buena acogida de los apartamentos con una menor afluencia de viajeros y, en ese sentido, no creo que en el sector podamos quejarnos”, dice. En su caso apunta que “no hay llenos absolu- tos, pero sí muchas llamadas y muy buenas cifras”. “Las reservas están siendo de última hora, como con dos días de margen, por gente que teme tener que ponerse en cuarentena en el último momento”, añade.

Al igual que otros empresarios del gremio, señala que los turistas que acogen son nacionales y que hasta ahora “ha jugado en nuestra contra no haber tenido muy buena racha con el tiempo”. Cristina Cueto resalta que existe una competencia desleal que son los alojamientos no regulados que ofrecen particulares a través de plataformas de Internet y que “siguen ahí y la gente ya entiende que son más baratos porque ofrecen menos servicios y garantías”. “Nosotros sí pagamos impuestos”, remata.

Esas plataformas de reserva de alojamientos turísticos por internet es también la principal vía de entrada de reserva de los apartamentos turísticos que disponen de licencia, tanto los que comercializan directamente pequeños propietarios como los que se ponen en el mercado a través de agencias especializadas. Este último es el caso de R2R Consulting Inmobiliario, empresa constituida en plena pandemia por un matrimonio que llevaba ocho años en el sector, como particulares, con seis pisos turísticos propios en Gijón. Ahora la agencia gestiona 30 pisos turísticos por toda Asturias, 22 de ellos en Gijón, la mayoría de clientes que han recurrido a ellos para que les tramiten la licencia.

El año pasado no fue especialmente bueno para los apartamentos turísticos. “Hubo una parada y propietarios de más de 200 pisos en toda Asturias que los alquilaban como apartamentos turísticos se pasaron a la larga estancia. Ahora está pasando a la inversa, hay muchos propietarios de pisos que quieren obtener la licencia de apartamentos turísticos y ponerse ya”, explica Pilar Noriega, gerente de R2R. No hay suficientes apartamentos para atender un aumento de la demanda, pese al aumento en los precios de alquiler “una media del 15% al 20% por la mayor demanda y los costes de limpieza”, explica.

Noriega coincide con otros profesionales del sector que además de haberse producido un incremento en la demanda, también han cambiado los hábitos de reserva, “que antes se hacían con mucha antelación y que ahora se dejan para última hora”. Los apartamentos que gestiona están ocupados para todo el verano. “La segunda quincena de julio costó más, por la vacunación, pero los huecos que teníamos ya los hemos cubierto”, señala.

Una oferta que también crece en los barrios, a precios más asequibles


La mayoría de los apartamentos turísticos se concentran en el entorno de la playa y en el centro de la ciudad, pero no solo. En los barrios también existen apartamentos turísticos legalizados, con precios que suelen estar entre la mitad o un tercio de los mejor ubicados. Así lo explica Pilar Noriega, que entre los apartamentos que gestiona su agencia hay pisos ubicados en La Calzada, El Llano, Viesques, El Coto, Laviada o Contrueces, además de La Arena. Habitualmente, quienes optan por uno de estos alojamientos alejados del centro, prefieren que disponga de plaza de garaje o facilidad para aparcar, pero “en agosto se alquila todo” con independencia del aparcamiento.

El aumento de la demanda de apartamentos turísticos también lo han notado los pequeños propietarios que los ponen en el mercado. “De mayo para acá nos está yendo muy bien. Lo tenemos completo de julio a septiembre; no nos podemos quejar, porque el año pasado sólo lo tuvimos reservado todos los días en agosto”, explica Teresa Alonso, de Quety Gijón, que ha notado que la mayoría de las reservas para su apartamento del centro de la ciudad les han llegado este año a través de un portal de Internet especializado en todo tipo de alojamientos turísticos, más que a través de otros especializado en apartamentos. Su familia comenzó a tramitar la licencia el año pasado, cuando ya había estallado la pandemia, una decisión que ya habían adoptado con anterioridad.

Miguel Turrado, que gestiona ocho apartamentos turísticos, señala que “sólo es cuestión de tiempo” que reserven los cuatro días que le quedan disponibles en uno de ellos en todo el verano, a finales de agosto. “En mi caso la situación es igual que antes del covid, porque todos los años los he tenido llenos”, asevera. Propietarios de los apartamentos Marqués, que prefieren que se omitan sus nombres, apuntan que “con la pandemia bajó el alquiler en temporada baja, pero en verano llenamos el año pasado, igual que en este”. “La única diferencia es que el año pasado tuvimos más cancelaciones, aunque se volvía a ocupar. Supongo que era porque había una mayor incertidumbre”, explican respecto a los dos apartamentos que gestiona en el entorno de la playa de San Lorenzo.

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