Un sabotaje en la terminal de minerales de El Musel, Ebhisa, en la madrugada de ayer, ha ocasionado daños valorados entre 1,5 y 2 millones de euros, al quemar un tramo de la cinta que utiliza la empresa para trasladar carbón hasta la explanada de Aboño. El coste real para la empresa será a la postre superior, dado que durante los meses que se tarde en reparar, Ebhisa tendrá que recurrir al envío en camiones del carbón desde el muelle hasta su concesión en Aboño, sin poder repercutir ese gasto añadido a los clientes.

El fuego se originó minutos después de las tres de la madrugada. La voz de alarma la dio un tripulante de un barco cementero que estaba atracado en una terminal de Tudela Veguín. El vigilante de esta empresa avisó a la Policía Portuaria y esta a su vez a los bomberos. En menos de una hora el incendio quedó sofocado. El coste exacto de la reparación de ese tramo de cinta, de unos 250 metros, está pendiente de una peritación sobre el alcance de los desperfectos.

El fuego se inició en el interior de esta cinta capotada, en un tramo próximo al acceso a la ampliación de El Musel, que discurre a unos ocho metros sobre el suelo y al que se puede acceder mediante escaleras ubicadas a ambos extremos de la cinta, en El Musel y en Aboño. El incendio se produjo en un momento en el que no había trabajadores en la terminal y pocos minutos después de la ronda que hace el vigilante de seguridad.

Con esa cinta se da servicio de manera habitual a tres empresas asturianas, trasladando a la explanada de Aboño los carbones que importan Química del Nalón, Industrias Doy y también parte del carbón que importa ArcelorMittal, que usa la antigua concesión de Oligsa (sociedad absorbida por Ebhisa hace años) en Aboño como espacio de almacenamiento cuando no tiene disponibilidad en su propio parque de carbones.

El estado en el que quedó.

Los efectos del siniestro en la operatividad de la terminal ya se van a notar esta misma semana, dado que la empresa tendrá que buscar una alternativa para el traslado de 34.000 toneladas de carbón que se va a descargar para Industrias Doy.

La empresa, controlada accionarialmente por la Autoridad Portuaria de Gijón, vive un clima de conflicto laboral desde hace meses, motivado por la reducción de plantilla, una regulación temporal de empleo y un cambio en la jornada laboral derivados del descenso de tráficos por el cierre de centrales térmicas de Asturias, León y Palencia.

Ebhisa actualmente no cuenta con representación legal de los trabajadores tras la dimisión de parte de los miembros del comité de empresa y la pérdida del empleo de los restantes, eventuales a los que no se les hizo fijos de plantilla.

Un portavoz de Ebhisa señaló ayer respecto al incendio “aparentemente provocado”, que este hecho “da continuidad a otros que ya se han producido con anterioridad recientemente y que han sido puestos también en conocimiento de la Policía al existir firmes indicios tanto de su intencionalidad, como de que son llevados a cabo por personas con un minucioso conocimiento de las instalaciones dañadas”.

Ninguno de los sabotajes anteriores alcanzó la cuantía del que tuvo lugar esta madrugada, si bien uno de ellos también provocó daños considerablemente elevados, como fue el completo destrozo de dos máquinas cargadoras alquiladas por Jofemesa a Ebhisa, valoradas en 800.000 euros y que quedaron completamente calcinadas también por un incendio provocado, en la madrugada del 18 de junio de 2020, en la explanada de Aboño. También hubo otros sabotajes de menor cuantía, con daños de menor entidad en cintas, el incendio de dos vehículos y daños en un transformador.

Los daños ocasionados a la sociedad por sabotajes desde el año pasado podrán llegar a alcanzar los tres millones de euros tras el acaecido ayer.