El grupo cántabro Fagra ha comprado el edificio del hotel Tryp Rey Pelayo de Gijón. La transacción se concretó esta semana, bajo el asesoramiento de la empresa consultora Colliers, que ofertaba la propiedad desde finales de 2019 bajo el encargo de la inmobiliaria Dos Puntos, hasta ahora propietaria del inmueble. La cadena hotelera Meliá, histórica gestora del Tryp, seguirá al frente del negocio y no prevé ningún cambio inmediato, según explican fuentes de la firma.

Explica Colliers que la operación –cuyo importe no concreta– se enmarca “en la estrategia de desinversión de activos hoteleros” de la inmobiliaria Dos Puntos, participada mayoritariamente por el fondo Värde Partners. El mismo grupo cerró este mismo mes la venta de su Tryp Apolo, en Barcelona, por más de 96 millones de euros. El comprador del hotel catalán fue la propia cadena Meliá, que ya venía gestionando el hotel como arrendataria, de la misma manera que lo hace en Gijón.

El Grupo Fagra, por su parte, lleva alrededor de dos años en pleno proceso de expansión en el sector hotelero. El año pasado adquirió el Tryp de Zaragoza, un hotel que tras el cambio de propietarios abandonó su nombre de marca y se rebautizó como Hotel Zentral AVE por su proximidad a la estación local.

Gonzalo Gutiérrez, director de la división hotelera de Colliers, explica que la venta del hotel gijonés “es un ejemplo más del enorme apetito existente por activos hoteleros” en el país, y señala que destinos como Gijón “presentan buenas perspectivas” en cuanto a demanda, en especial en un hotel como el Tryp, “uno de los hoteles con mayor capacidad de la ciudad” y “con una ubicación privilegiada” por su proximidad al recinto ferial y al parque Isabel la Católica. “En el año 2021 vemos cómo el mercado de inversión se ha reactivado con fuerza”, añade. A mediados del mes pasado, de hecho, el histórico Palacio de Ferrera de Avilés también cambió de propietarios y será gestionado ahora por Meliá, cesando así el proyecto que hasta entonces lideraba NH.

El Tryp Rey Pelayo, cuya venta se pospuso más de lo esperado por la pandemia, ha sido operado desde su inauguración en 2002 por la cadena Meliá. De cuatro estrellas y acceso por la avenida Torcuato Fernández Miranda, cuenta con 8.000 metros cuadrados, 132 habitaciones, gimnasio, seis salas de reuniones para más de 200 personas –es una sede habitual de congresos– y 50 plazas de garaje.