La recuperación este año de la Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA), que abrirá sus puertas al público el próximo sábado, revitalizará a la Cámara de Comercio de Gijón, permitiéndole recuperarse de las pérdidas que operativas que sufrió el año pasado, de 1,23 millones de euros, derivadas fundamentalmente de la obligada cancelación de la Feria por la pandemia del coronavirus, en un contexto en el que a diferencia del año actual no estaba vacunada contra el virus la población más sensible. Con la recuperación de la Feria y todos sus espacios expositivos completos, la Cámara retornará este año previsiblemente a la senda de los beneficios.
Las cuentas definitivas de 2020 fueron aprobadas por el pleno cameral el pasado lunes, tras incluir en las mismas el canon de 283.000 euros que tiene que abonar al Consorcio del Recinto de Ferias y Exposiciones de Asturias y que no había sido incluido en una primera versión mientras se negociaba el nuevo canon para próximas ediciones. El Consorcio ha dado facilidades para abonar ese pago, en ocho plazos anuales, el primero de ellos en 2022.
No es la primera vez que la Cámara acumula pérdidas millonarias. El ejercicio 2010 lo cerró con números rojos por encima del millón de euros, que la dirección de entonces atribuyó en su mayoría al afloramiento de gastos de ejercicios precedentes, junto a la adopción de criterios acordes con la un cambio en los criterios contables, adoptando la normativa aplicable a las empresas.
Por contra, las pérdidas del año pasado derivan del brusco descenso en la facturación, en especial en lo relativo a la actividad ferial y congresual, debido a las restricciones y cancelación de eventos por la pandemia en un contexto similar al de otros recintos feriales y congresuales de España que este año ya se ha superado. Por ferias y exposiciones la Cámara sólo pudo facturar el año pasado cerca de 390.000 euros, un 90,72% menos de los 4,2 millones previstos para el ejercicio antes de la irrupción del virus. Las otras lineas de negocio también se resintieron, aunque en menor medida, debido al frenazo de la economía, con un descenso del 32,43% en los ingresos por expedir certificaciones y del 21,58% en los ingresos por cursillos y asesoramiento a empresas.
A enjugar en parte las pérdidas del ejercicio pasado contribuyó en cierta medida la decisión del Servicio de Salud del Principado (Sespa) de utilizar el pabellón central del recinto ferial Luis Adaro para instalar un hospital para pacientes de covid. Los ingresos por el primer montaje de esta instalación sanitaria, entre marzo y julio del año pasado, le llegaron a la Cámara a través de un crédito puente concedido sin coste por una entidad financiera, hasta recibir los pagos del Sespa, que se destinaron íntegramente a cubrir los gastos vinculados a la instalación del hospital, explican las fuentes consultadas. La Cámara también se amoldó a las circunstancias excepcionales del año pasado efectuando un importante ajuste en los gastos, por un montante global de 1,36 millones de euros respecto al presupuesto previsto al inicio del ejercicio.
De esa cantidad destacan los casi 800.000 euros en salarios que se ahorró, en parte por la menor necesidad de personal eventual derivada de la cancelación de eventos, pero también por otras medidas como la amortización de los puestos del personal que se va jubilando, algo esto último que se mantendrá en el futuro, con la posible externalización de actividades que ahora presta personal propio, según las fuentes consultadas.
Los efectos de la crisis también se notaron en una escasa captación de nuevas empresas asociadas a la Cámara, manteniéndose prácticamente igual que en 2019 los ingresos por cuotas voluntarias. Esto último está cambiando este año, y en el primer semestre de 2021 ya se han adherido 49 empresas a la Cámara de Comercio, que alcanza así las 253 firmas asociadas y con previsión de seguir creciendo en la segunda parte del año. Entre las firmas recientemente adheridas destacan Endesa, Bayer, Total o la Cooperativa de Agricultores de Gijón.
