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Una conservera vasca compra el bonito de los arrastreros irlandeses

Los pesqueros foráneos que usan artes prohibidas en España por el daño al ecosistema faenaban a unas 15 millas de Peñas

Los dos arrastreros irlandeses, el sábado en El Musel.

Una empresa conservera del País Vasco es la que ha adquirido los 68.000 kilos de bonito que descargaron dos arrastreros pelágicos irlandeses el pasado sábado en la lonja de El Musel,. Una operación que ha indignado al sector asturiano, que recuerda que esos barcos faenan con artes prohibidas en España y que son destructivas con el medio marino al atrapar otras especies, en palabras del presidente de la federación de cofradías de pescadores de Asturias, Adolfo García.

Los arrastreros irlandeses y franceses que usan estas artes de pesca prohibidas en España no pueden faenar dentro de las 12 millas de aguas territoriales españolas, pero sí por fuera de ellas. Además, legalmente pueden entrar a descargar sus capturas en las lonjas españolas. Ocasionalmente han entrado en lonjas gallegas y en alguna vasca, pero la mayoría de estos barcos tienen que volver a sus países a desembarcar unas capturas que habitualmente ya llegan vendidas a puerto, para conserveras. Los 68.000 kilos de bonito que el sábado descargaron el “Ocean Pioneer” y el “Rachel Jay S.448” habían sido adquiridos por una empresa conservera guipuzcoana. El estado en el que queda el pescado capturado con redes pelágicas hace inviable que el mismo pueda acabar en una pescadería.

La rula de Avilés rechazó el año pasado la solicitud de estas embarcaciones para descargar sus capturas y el que ahora los haya aceptado la lonja de El Musel supone que “ha traspasado una linea roja”, según había indicado el presidente de las cofradías asturianas.

Al poder descargar sus capturas en Gijón, los dos arrastreros irlandeses pudieron volver en cuestión de horas a faenar frente a la costa asturiana. A primera hora de la tarde de ayer se encontraban a unas 15 millas náuticas al norte del Cabo de Peñas, junto a otros arrastreros franceses e irlandeses y pesqueros españoles que faenan entre esa zona y Lastres.

La decisión de Lonja Gijón de facilitar la tarea a pesqueros que utilizan artes prohibidas en España, que perjudican a la flota artesanal asturiana y cuyas capturas van a parar a industrias de otros lugares, deja como único beneficio en El Musel los propios ingresos de la lonja, la cual este año ya ha batido todos los records con campañas pesqueras excepcionalmente buenas, como la del bocarte y, en menor medida, el chicharro y la xarda.

Las críticas a la decisión de la lonja gijonesa no sólo se han dado entre el sector extractivo asturiano. “Dos irlandeses descargando en Gijón, y la flota bonitera la semana que vien, en casa”, señalaba el sábado un minorista de pescado mientras observaba junto a otros compradores la descarga de las cajas de bonito de los arrastreros irlandeses, machacados o destrozados por las artes con las que fueron capturados. En las redes sociales también se han podido leer comentarios del estilo: “Vergüenza que dejen aquí descargar esta papilla capturada con un arte prohibido en España”.

Desde la federación de cofradías asturianas se apunta que si El Musel sigue aceptando a estas embarcaciones “va a traer problemas. La rula de Gijón se queja de que la flota asturiana no entra ahí y con esta manera de funcionar, que no les pille de sorpresa que no vuelva ni un barco asturiano más”, advirtió su presidente.

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