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Santi Balmes Vocalista de la banda “Love of Lesbian”

“El pop se ha convertido en música minoritaria”

“Sentirte contento con lo que haces y poder mirar hacia atrás dentro de diez años pensando ‘sacamos buenos discos’ está por encima de todo”

Santi Balmes, durante el concierto de “Love of Lesbian”.| Ricardo Solís

Santi Balmes es el vocalista del grupo catalán “Love Of Lesbian”. Lo que comenzó como una “banda imaginaria” con un nombre de broma hace más de veinte años es hoy uno de los grupos más importantes del pop español. Actualmente se encuentran en la gira de su último disco “Viaje épico hacia la nada (V. E. H.N.)”, compuesto antes de la pandemia, pero que no vio la luz hasta el pasado abril. Su próxima parada será el sábado 7 de agosto en el festival Tsunami Gijón a las 22.00 en el Molinón. Balmes compone, canta, toca la guitarra y el teclado y desde el 2011 escribe novelas. Padre de dos hijas adolescentes se define como “fan del cachopo” y también del trap.

–Su última actuación en Asturias fue en 2019 ¿tienen ganas de volver?

–Hay que ser muy tonto como para no rendirse ante la belleza de Asturias en general. Es tan evidente y te rodea por todos los lados que es imposible no sentir que estás en un sitio privilegiado de este país. La última vez que estuvimos allí la gripe todavía era aún problema así que tenemos muchas ganas de ir.

–¿Lo qué más le gusta?

– Me voy a quedar con la gente. La gente de Asturias es muy afable de un carácter muy sensato y poco dado al histrionismo de otros lados. Eso hace que me relaje mucho cuando estoy por allí. También tengo que hablar del último cachopo que tomé porque podría haber cruzado el atlántico encima de él.

–¿Ha cambiado “Love of Lesbian” en la “nueva normalidad”?

–Tanto en lo personal como en lo musical estamos en un momento muy bueno, pero con un poco de incertidumbre ante tantas olas que han bloqueado la industria, la economía, la salud... Estamos intentando reaprender que en la vida no puedes dar nada por seguro, creo que es la principal lección que hemos tenido.

–El pasado 27 de marzo, en el Palau San Jordi, dieron el primer concierto adaptado a los tiempos de la pandemia.

–Dudamos mucho de hacerlo o no, a priori, era muy arriesgado. Si hubiera salido mal sería la campaña de marketing más desastrosa de la historia pero, por suerte, no fue así. Sin embargo, aplicar las medidas de este concierto a un festival es más difícil. Hemos estado en alguno donde he visto que la gente iba un poco relajada y cuando lo ves desde encima del escenario te inquietas un poco. Esto lo hemos hablado muchos cantantes, tenemos que ir todo el rato con el freno de mano para intentar que la gente no se levante. Pero en un show es muy complicado que el músico llame la atención al público. Tiene que haber campañas de concienciación antes de cada concierto.

–¿Cómo ha sido lanzar un disco en este contexto?

–Casualmente la temática ha acabado coincidiendo con la coyuntura en la que salió el disco. Si hubiese sido más festivo o más frívolo hubiéramos tenido muchísimos problemas para creer en lo que estábamos presentando, pero no ha sido así.

–Las redes sociales tienen una gran presencia en este disco, ¿se puede vivir sin ellas?

–Si no fuera porque tengo un trabajo público y necesito anunciar estrenos, no estaría en las redes, así de claro lo digo . La generación de mis hijas puede estar eternamente mirando Instagram, pero lo que me asusta más es que ya no hay tiempo para ecuchar un disco entero, ni ver una peli sin mirar el móvil cada dos minutos.

–Parafraseando el título del álbum ¿por qué “el viaje hacia la nada es épico”?

–Porque la vida es así, está basada en autoengaños. Intentamos rellenar esta absurdidad que es la vida con pequeñas o grandes hazañas para distraernos de la gran verdad: todos vamos hacia la nada.

–¿En qué se diferencia V.E.H.N de otros discos?

–Es un álbum que parte de un inicio más enfadado y claustrofóbico y políticamente es más rebotado. Al final empieza a transitar por caminos más esperanzadores.

–El anterior, “Poeta Halley” fue todo un éxito de ventas ¿que hay detrás de sus logros?

–En nuestro caso hay sinceridad. Creo que eso es lo que la gente aprecia a lo largo de los años. No somos una banda que esté constantemente intentando hacer colaboraciones para tener más seguidores. Nos guiamos por la intuición y el instinto. Sentirte contento con lo que haces y poder mirar hacia atrás dentro de diez años penando “hicimos buenos discos”, está por encima de todo.

–¿Componen pensando en qué se convertirá en un exitazo?

–No, no podemos hacer algo deliberado para que pase lo que queremos. Para eso iríamos a buscar el productor de moda, o la colaboración con el artista que lo está petando por todos lados y que tiene un publico muy diferente para poder rejuvenecer nuestra audiencia. Pero si nosotros lo hiciéramos así no nos saldría bien.

–En una época donde triunfa la música urbana ¿se dirige Love of Lesbian a una minoría?

–Es probable que sí. A mi me gusta el trap, ojo, aunque el reagguetón no. Pero creo que, el pop en general, se ha convertido en una minoría. Ha sido desplazado por la música urbana, pero llegará un momento en que copularan las dos cosas y surgirá un pop, que ya se está gestando, con esencias trap y otros géneros.

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