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La muerte de Enrique Rodríguez llena de tristeza al Ayuntamiento: “Era excelente”

Amigos y compañeros del jefe del área de Asuntos Europeos lloran la pérdida de una persona “con sonrisa jovial y que buscaba la eficacia”

Asistentes ayer al velatorio, en el tanatorio de Cabueñes. En el recuadro, Enrique Rodríguez. Marcos León

“Un excelente profesional, con una sonrisa jovial y que solo buscaba la eficacia” en cada proyecto que emprendía por el bien de Gijón, una ciudad a la que siempre demostró “su amor y compromiso”. Con estas palabras coincidieron ayer muchos de los amigos y representantes públicos que compartieron momentos de risa e intenso trabajo al lado de Enrique Rodríguez Martín, Kike, jefe del área municipal de Asuntos Europeos, renombrada como Servicio de Promoción e Internacionalización en este mandato, fallecido a los 54 años en la noche del miércoles tras una larga enfermedad. Su muerte provocó ayer, desde primera hora de la mañana, una enorme consternación en todos aquellos que le trataron en el ámbito personal y profesional, como así se demostró en el tanatorio de Cabueñes (a la una de la tarde hoy está prevista la celebración de la palabra) y con los mensajes de cariño para sus familiares y amigos.

El velatorio por Kike Rodríguez fue un muestreo de la consternación por su muerte. “Para mí fue un colaborador y cooperador magnífico, al que Gijón debe mucho en cuanto a programas europeos. Fue un profesional espléndido con el que tuve oportunidad de colaborar de forma cercana. El Ayuntamiento pierde un excelente profesional que lo daba todo por la ciudad, que apostaba con entusiasmo por los programas europeos y que no buscó protagonismo, solo eficacia”, compartió ayer la exalcaldesa Paz Fernández Felgueroso, tras dar su pésame a la familia.

“Quería a Gijón y demostró su amor y compromiso por su ciudad”

Ana González - Alcaldesa de Gijón

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Las muestras dolor eran compartidas también por la actual regidora de Gijón, la socialista Ana González, con la que trabajó estrechamente, hasta su baja por enfermedad, en todo lo relativo a los proyectos que la ciudad presentará para optar a los fondos europeos de recuperación tras la pandemia. “La pérdida de Kike me ha provocado un profundo sentimiento de tristeza y desolación porque han supuesto para mí dos pérdidas muy importantes, la del compañero de trabajo que trabaja bien y mucho, con quien aprendes y puedes crear, con quien mejoras nuestra ciudad y nuestro Ayuntamiento; y la del amigo con quien podías echar unas risas, intercambiar experiencias, hablar de un libro o de un acontecimiento mundial, también de una pequeña cosa de nuestra ciudad o soñarla entera”, reflexionó ayer Ana González. Y añadió la Alcaldesa: “Esa persona era Kike, alguien que quería a Gijón y demostraba su amor por su ciudad, su compromiso con ella, su certeza de que el Ayuntamiento era el lugar desde el que se construía ciudad y desde donde nos conectamos con el mundo. Kike era vida y quería vivir”.

Las muestras de reconocimiento a su labor se dejaron sentir también desde otros partidos políticos, en especial en Foro Asturias, que gobernaron en la ciudad durante ocho años. “Fue un trabajador incansable de reconocido prestigio en su ámbito de trabajo y en un servicio trascendental para el Ayuntamiento y para Gijón”, aportó Jesús Martínez Salvador, portavoz municipal de Foro. “Era una persona amable, dispuesta y educada”, compartió, por su parte, Pablo González, presidente del PP de Gijón y diputado en la Junta.

Enrique Rodríguez Martín Julián Rus

Ese cariño que se ganó Rodríguez Martín es extensivo a muchos de los trabajadores en la Casa Consistorial, que en buena parte de casos se convirtieron en amigos. “Kike siempre será un amigo del alma con una sonrisa jovial, tan positivo, con tantas ganas de vivir, de degustar la vida en pequeñas porciones chispeantes, con intensidad y a la vez con delicadeza. Compartimos los mismos ideales europeos desde nuestros comienzos en el Ayuntamiento, lo que nos daba oportunidades adicionales a Nuestros temas de conversación, las múltiples veladas de risas donde prometíamos no hablar de trabajo. Sé que cuidará de nosotros porque Kike es luz”, reflexionó Adela Garrido, responsable de la oficina de la Milla del Conocimiento. Otro ejemplo es Marta Nogueiro Redruello, que comenzó trabajando como becaria junto a Kike Rodríguez. “Nunca es fácil hablar de un amigo cuando ya no está, pero si se trata de Kike, facilitador como él se definía a veces, todo fluye y las palabras de agradecimiento, cariño y respeto aparecen solas. Fue una persona mágica, única, con una luz y carácter especial que desbordaba optimismo y positivismo allá donde fuera. Su sonrisa inundaba cada estancia y momento en el que estuviera, sin importar qué ni quien tuviera enfrente. Amigo fiel, leal y súper generoso con todos los que le apreciábamos y queríamos”, expresó.

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