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El paro bajó en 2.165 personas el julio, la mayor caída intermensual desde hace 17 años

El 75% de los 19.325 desempleados son del sector servicios, que restó 1.431 parados frente a los 193 de la construcción

Oficina de empleo en Gijón

Gijón cerró julio con 19.325 parados. Una cifra que devuelve la situación del desempleo en la ciudad a julio de 2019 y fija la tasa de paro en 15,74%: el porcentaje más bajo de los últimos veinte meses. Un tiempo marcado por la paralización de la vida social y económica que trajo consigo la crisis sanitaria por el covid 19. Pero las buenas noticias que han dejado los últimos datos del desempleo en la ciudad no se limitan a esos dos dígitos genérico. La caída del paro respecto al mes de junio fue de 2.165 personas. El mayor descenso intermensual desde 2004.

Esa bajada del 10,07% es superior a la registrada en Avilés y Oviedo y a la media asturiana, que se quedó en el 9,9%, pero resulta más llamativa si se la compara con la media nacional: la duplica. Si la cifra de desempleados gijoneses del mes de julio se compara con la registrada en febrero de 2020, el último mes antes del estado de alarma, el descenso del paro es del 8%; que se eleva al 15,7% si la comparación se hace con el mes de julio de 2020. Ya en plena pandemia.

El 75% de los parados de Gijón pertenecen al sector servicios que que es donde, porcentualmente, menos bajó el paro en el último mes con una caída del 8,9%. Aunque ese porcentaje supone que 1.431 personas encontraron trabajo. Mayoritariamente temporal vinculado a la campaña veraniega. Porcentualmente donde más bajó el paro fue en el colectivo de personas sin empleo anterior con un 16,75% (351 personas), seguido del 14% en agricultura y pesca (36 personas), el 12% en construcción (193 personas) y el 10,2% en industria (154 personas).

Más allá del análisis por sectores, lo que no cambia es que son las mujeres y los mayores de 45 años los colectivos más castigados por el desempleo y donde su reducción se deja sentir con menos intensidad.

Ese descenso del paro en la ciudad es un reflejo, indican los expertos , de un cóctel de realidades donde suman desde el mayor autoconsumo hostelero y comercial en su ciudad de gijoneses que no se van de vacaciones a la presencia destacada del turismo nacional, sin olvidar la reactivación de la industria tras el estado de alarma y un repunte de la actividad de la construcción basada, entre otras cosas, en el incremento de las reformas en el interior de esas viviendas redescubiertas durante los meses de confinamiento. Para la alcaldesa de la ciudad, Ana González, esa rebaja del paro es una demostración del “dinamismo de nuestra ciudad y de que estamos en el camino de la recuperación económica. Nos da la esperanza que se necesita para encarar el futuro”.

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