El colectivo motorista pide eliminar los cojines berlineses que tratan de moderar la velocidad en una decena de calles de la ciudad. La medida la impulsa la Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas, que ha elaborado un informe centrado en Gijón que ya ha sido remitido al Ayuntamiento y en el que solicitan erradicar unos objetos que, a su juicio, “son ilegales”, ya que por su tamaño y posición, entiende el colectivo, tipifican como “obstáculo” vial y no como disuasivo para conductores. “Supone un obstáculo de alto riesgo para ciclistas y motoristas”, asegura este grupo, que entiende que el Consistorio “podría estar ante una infracción penal”. La agrupación denuncia también la ausencia de señales verticales que marcan los pasos de cebra en varias vías locales, porque “puede incurrir en un aumento de atropellos”. Por último, reclama que la norma permita estacionar a vehículos “hasta el borde de los pasos para peatones”, una permisión que “reduce la visibilidad e incrementan el peligro” de atropellos.
El cojín berlinés es un polémico método utilizado para la reducción de la velocidad en los cascos urbanos. Suponen una elevación de forma cuadrangular que se sitúa en el centro de la vía, con el objetivo de disuadir la velocidad de particulares pero permitir que ambulancias y otros servicios de emergencia los puedan sortear. Pero, para usuarios de vehículos de dos ruedas, el material de estos cojines “puede provocar deslizamientos”, y entraña riesgos para conductores que quieran sortear el objeto y acaban invadiendo otro carril a gran velocidad, “generando conductas de riesgo”, a juicio del grupo. La agrupación detalla que estos objetos están en las calles Avelino González Mallada, Lope de Vega, Calderón de la Barca, General Suárez Vález, Leopoldo Alas, Muros de Galicia, Pedro Puig Adam y Sagrado Corazón.
En cuanto a la falta de señalización en los pasos de peatones, la agrupación ve un “alto riesgo” de atropello de peatones en Gijón, incrementada por permitirse el estacionamiento de coches demasiado próxima a estos pasos. “Todo está en contra de la normativa”, asegura.
