Saúl Craviotto ha conseguido su quinta medalla olímpica en estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020, y se ha convertido en una leyenda del deporte español siendo, junto al palista David Cal, el deportista español más condecorado en una competición de este tipo. Sus logros han sido: dos oros (uno en Pekín 2008, y otro en Río de Janeiro 2016), dos platas (una en Londres 2021 y otra en Tokio 2020) y un bronce en Río de Janeiro 2016. Pero la vida de deportista no es la única que lleva Craviotto. En Gijón están acostumbrados a verle de uniforme. El pentamedallista trabaja en la Comisaría de El Natahoyo del Cuerpo Nacional de Policía.

El piragüista, nació en Lérida en noviembre de 1984, pero cuando era muy joven se mudó a Asturias dejando su vida de Cataluña atrás para centrarse en su pasión, el piragüismo. Empezaba entonces a entrenar en el Centro de Tecnificación Deportiva de Trasona. Cuenta que "fue difícil marchar de casa, dejar a mis padres y a mis hermanos, pero esa decisión había que tomarla. Si me hubiera quedado en casa nunca hubiera ido a unos Juegos Olímpicos. La vida es eso, tomar decisiones en momentos clave, a veces de forma inmadura porque tenía 14 o 15 años. Tuve suerte, me ha llevado a este camino y estoy muy orgulloso" . Y tantos años en Asturias ha hecho que él se sienta "asturiano hasta la médula", como él mismo afirmó en una entrevista con LA NUEVA ESPAÑA. Aquí en Asturias conoció a su mujer Celia García, con la que formó una familia y tiene dos hijas, Valentina de 6 años y Alejandra de 3, que estallaron de alegría al reconocer a su padre en la televisión.

Craviotto tendrá que volver ahora a sus quehaceres profesionales. Pero no será una reincorporación inmediata, Craviotto tiene pensado descansar una larga temporada para después centrase en las siguientes olimpiadas. "Me voy a pegar unas vacaciones que no me va a ver el pelo en seis meses. Ha sido un ciclo complicado, necesito descansar y desconectar, pasar mucho tiempo con mis hijas, con la familia, hacer otras cosas. Cuando resetee un poco la cabeza, me sentaré con Miguel (Su entrenador) y veremos qué hacemos, si tiramos un poco más. Depende de la ilusión que tenga en ese momento. Pero es verdad que el siguiente ciclo es de tres años y París está muy cerca. Ya veremos" contaba Craviotto. No hay duda que Gijón estará muy orgullosa de su policía nacional, que ha llevado a España y Asturias al pódium en estos juegos.