El cese en la producción eléctrica con carbón en el grupo 2 de la térmica de Aboño, previsto inicialmente para 2025, podría adelantarse. Así lo explicó el pasado jueves el director de relaciones institucionales de EDP, Luis Álvarez Arias de Velasco, en su intervención en los Encuentros de La Granda, en la que apuntó la posibilidad de sustituir el carbón por gas natural en esta central, proyecto que tiene en estudio la compañía eléctrica.
La transición energética fue el objeto de varias de las jornadas de los encuentros de la Granda. En el seno de una de estas jornadas es en la que el directivo de EDP señaló, durante su intervención inicial, que “en 2025 está previsto el cierre de la central, pero no descartamos sustituir el carbón por gas natural antes de 2025. Ahora está en fase de estudio este proyecto”.
De llevarse a cabo el mismo, se trataría de un paso intermedio en los planes de descarbonización de la compañía energética, que a largo plazo prevé aprovechar los espacios de las centrales eléctricas que va a desmantelar en Aboño y en Soto de Ribera, en Asturias, para la producción de hidrógeno a partir de energías renovables. Planes similares tiene para sus térmicas en Los Barrios (Cádiz) y Puente Nuevo (Córdoba). Dentro de esta estrategia de paso a las energías limpias, EDP dejará de usar el carbón como combustible en 2025 y el gas en 2030, explicó el directivo de la compañía en la charla.
El grupo 2 de la térmica de Aboño es el más moderno de los dos con los que cuenta EDP en este emplazamiento. El grupo 1, de 341,79 megavatios de potencia, se iba a reconvertir para quemar gases siderúrgicos, procedentes de las instalaciones de ArcelorMittal en Gijón, si bien el proyecto que EDP había presentado al Ministerio no podrá llevarse adelante tal cual, tras la decisión de Arcelor de sustituir uno de sus dos hornos altos por otro con una tecnología más limpia, que no genera los gases para suministrar a la térmica.
El grupo 2, con una potencia de 535,87 megavatios, es al que se refiere el estudio del proyecto para reemplazar el carbón por gas natural, según explicó el directivo de EDP a los asistentes al curso de La Granda. Un anuncio al que restaron trascendencia portavoces de la compañía, que destacaron que no hay seguridad de que se vaya a llevar a cabo y que el objetivo de EDP pasa por convertir Aboño en “un valle de hidrógeno verde”.
Con independencia del proyecto a más largo plazo de sustituir los combustibles fósiles por fuentes renovables, el proyecto más inmediato para reemplazar el carbón por gas natural en el grupo 2 de la térmica de Aboño tendría dos efectos significativos en el entorno.
Uno de ellos es la mejora de la calidad del aire en el oeste de Gijón, dado que, si bien ambos combustibles son contaminantes, el gas natural lo es mucho menos que el carbón. Así, una central de gas natural no emite prácticamente partículas a la atmósfera (PM10 y PM2,5), siendo éstas el principal problema de contaminación del oeste gijonés. El gas tampoco emite dióxido de azufre y el único contaminante significativo que mantiene son los óxidos de nitrógeno. La combustión de carbón emite este último y todos los demás.
También por lo que respecta a la influencia en el cambio climático, las emisiones de CO2 de una central de gas son menores que las de una de carbón, siempre que no se produzcan fugas de metano.
Al otro lado de la balanza, el adelanto en el cese de la quema de carbón en la térmica de Aboño tendrá incidencia en la actividad de El Musel, que importa la materia prima para esta central por la terminal de minerales Ebhisa. No obstante, EDP ya ha reducido notablemente sus importaciones de carbón por El Musel y el cese de las mismas es inevitable ante el proceso de descarbonización. El plazo es lo que cambiaría.
A más años vista, los planes de EDP para el valle de Aboño pasan por potenciar la producción de hidrógeno verde a partir de electricidad generada con placas fotovoltaicas. En ese sentido, Luis Álvarez señaló en los cursos de La Granda que se podrá aprovechar el espacio que dejará libre el desmantelamiento de la central térmica para ese proyecto renovable.
Además, contar con dos futuros grandes consumidores de hidrógeno en las inmediaciones de su térmica de Aboño, como son la cabecera siderúrgica de ArcelorMittal –que sustituirá el coque por hidrógeno para extraer el hierro del mineral que lo contiene– y la cementera de Tudela Veguín, “porque dentro del grupo EDP somos conscientes de que lo mejor es producir el hidrógeno donde se va a consumir, porque será mucho más rentable, al eliminar el coste de transporte”, indicó el directivo de EDP durante su intervención en los Encuentros de La Granda.
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La central funciona muy por debajo de su capacidad desde el año 2019
El grupo 2 de la térmica de Aboño funcionó en el primer cuatrimestre del año a un 60% de su capacidad, mientras que el grupo 1 (mucho más contaminante al carecer de equipos de desnitrificación) apenas estuvo generando energía un 2,7% de ese tiempo. El tiempo de funcionamiento de la central térmica de Aboño experimentó un notable descenso a partir del mes de febrero de 2019, en buena medida por la drástica reducción en la actividad del grupo 1, con un limite de horas anuales establecido para su funcionamiento debido a que carece de desnitrificadora. En cuanto al grupo 2, la generación eléctrica con energías renovables tiene prioridad para aportar al sistema eléctrico respecto a las centrales de producción con energías fósiles, si bien estas últimas son actualmente necesarias para aportar estabilidad al sistema, evitando apagones en los momentos en los que no hay suficiente generación renovable. La fluctuación de los precios de las materias primas también influyen en las horas de funcionamiento de cada tipo de central.
