José Mari Manzanares (Alicante, 1982) heredó la elegancia y el buen gusto delante del toro de su padre, el maestro Manzanares, unas cualidades que se palpaban ya durante su etapa de novillero. Ahora, convertido en figura del toreo por méritos propios, acumula ya dieciocho años de alternativa defendiendo el apellido artístico familiar en los ruedos de las principales ferias españolas. Esta tarde, a partir de las 18.00 horas, torea en El Bibio junto a sus compañeros Diego Urdiales y Andrés Roca Rey para torear reses de la ganadería de José Vázquez.
–¿Cómo va la temporada?
–Muy bien. Gracias a Dios está habiendo tardes muy especiales e importantes, y mis sensaciones también están siendo muy buenas delante del toro.
–¿Ha sido duro prepararse en el campo sin saber que iba a haber ferias?
–Bueno, ha sido una preparación diferente. A principio de temporada te veías anunciado en sitios que luego se tenían que suspender, y eso sí afectaba al ánimo y creaba más inseguridad para el futuro de las demás ferias, pero intenté que la ilusión se mantuviera intacta.
–¿Son las plazas de toros espacios seguros frente al covid?
–No soy médico ni experto en lo que estamos viviendo, pero por lo poco que sé, los lugares al aire libre son espacios en los que la probabilidad de contagio disminuye considerablemente y si, además, se respetan todas las medidas en cuanto a distancia, creo que son espacios a los que se puede asistir y disfrutar de tu afición. Lo importante es ser responsable tanto con uno mismo como para los demás.
–¿Se han ignorado las necesidades de los profesionales taurinos desde las administraciones públicas?
–Durante mucho tiempo sí se ha tenido a los profesionales totalmente abandonados y sin apoyo. Gracias a Dios ya muchos de ellos están volviendo a torear, pudiendo tirar de sus vidas hacia delante, pero aún hay personas que lo están pasando mal.
–¿Saldrá reforzado el toreo de esta crisis económica y sanitaria?
–De cualquier crisis y momentos difíciles se sale reforzado ya que, uno, ante el sufrimiento, aprende cosas nuevas y aprende también a valorar otras que a lo mejor antes no las valoraba.
–¿Necesita modernizarse el toreo?
–Si hay algo que modernizar sería la manera en la que se comunica y se trata porque hay poca presencia, pero en cuanto a lo que respecta al toreo en sí, creo que debe ser como siempre ha sido y como cada torero lo sienta.
–¿Cómo hacer frente a las críticas y a los ataques de quienes quieren abolir la libertad de ir a los toros?
–Es difícil hacer frente a personas que no son capaces de mantener una conversación respetuosa ni de tener la mente abierta para poder entender y respetar aunque no te guste. Para poder tener opinión sobre todo en la vida es importante conocer de lo que se está hablando o, por lo menos, intentar preocuparse en hacerlo.
