Gijón busca modernizar su modelo de transporte público para hacerlo más competitivo en tiempos de viaje y paradas, logrando así que se recupere cuanto antes la grave pérdida de pasajeros que sufren los autobuses urbanos desde el estallido de la pandemia. Un único dato deja clara la magnitud de la crisis del servicio que presta Emtusa desde marzo de 2020. Pese a que ha rescatado el 62% de los usuarios previos al coronavirus, en los primeros siete meses del presente año se subieron a los autobuses en torno a cuatro millones menos de viajeros que en el mismo periodo de 2019.
En esta tesitura, la alcaldesa, la socialista Ana González, ya da por hecho que este ejercicio volverá a cerrarse con un importante déficit económico en la empresa municipal de transporte. Ayer mismo, anunció que, a través de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), se va a solicitar al Gobierno central otro fondo de compensación para paliar las pérdidas económicas que sufren los ayuntamientos por mantener a flote el transporte público. El Consistorio ya ha recibido del Estado por este concepto 5,1 millones de euros correspondientes a 2020.
Además de la renovación de la flota, con la incorporación de dos nuevos vehículos articulados a partir de noviembre, la primera medida de entidad para potenciar el uso del bus se estrenará el 14 de septiembre. Se trata de la primera línea exprés de las que se irán poniendo paulatinamente en marcha en la ciudad en función de las necesidades que se vaya detectando. Bajo la denominación E71, conectará Gijón de oeste a este desde Gran Capitán (El Cerillero) hasta el hospital de Cabueñes, sin pasar por el centro de la ciudad, algo que sí hace ahora la línea 1. El nuevo servicio permitirá reducir hasta en un veinte por ciento el tiempo de viaje entre ambos puntos del casco urbano. Será posible gracias a que en el itinerario habrá una docena de paradas (dos de ellas nuevas), con una ratio aproximada de una por cada kilómetro de distancia recorrida, cuando la media en la red de la empresa de transporte es que al autobús se detenga para subir o dejar pasajeros cada 300 metros. La nueva línea no afectará para nada a la actual de El Cerillero a Cabueñes, sino que será complementaria y dará mayores alternativas a los viajeros.
La presentación de esta primera línea exprés del autobús urbano de Gijón se llevó a cabo en el stand del Ayuntamiento en la Feria Internacional de Muestras de Asturias. Además de la Regidora, acudieron el concejal de Seguridad Ciudadana, José Luis Fernández, en su calidad de presidente de Emtusa, y el gerente de la empresa municipal de transporte, Juan José Piniella, quien destacó que el objetivo que se marca es recuperar el 80 por ciento del pasaje a partir del mes que viene, una vez que se reinicien las clases presenciales en los centros formativos y en los campus del municipio.
La nueva línea estará operativa en días laborales, con una frecuencia de treinta minutos. En el sentido Gran Capitán-Hospital de Cabueñes, habrá autobuses entre las siete de la mañana y las nueve y media de la noche, mientras que en el contrario el servicio se extenderá desde las ocho menos cuarto de la mañana a las diez y cuarto de la noche.
De oeste a este, los autobuses saldrán del INEM y pararán en Prao del Cubano, Casa del Mar, Aragón, Río Nalón, Mar Cantábrico, Corín Tellado, EPI Gijón, Escuela de Marina, Aulario, Jardín Botánico, Parque Tecnológico y Hospital de Cabueñes. En sentido a El Cerrillero, los vehículos repetirán el itinerario hasta Río Nalón. A partir de ahí, se detendrán en las paradas de Andalucía, Ateneo y Fátima, para concluir el itinerario en la calle Alonso Quintanilla.
Veriña plantea que la nueva línea salga de Camino del Rubín
La nueva línea de autobús para unir de forma más directa El Cerillero con el Hospital de Cabueñes, a juicio de la asociación de vecinos de Veriña, debería partir del Camino del Rubín y no de Alonso Quintanilla, una calle “de alta frecuencia y con aparcamientos a ambos lados” que, según el presidente vecinal Néstor Alves, “a veces ocasiona atascos”. “Si ponemos la línea ahí, hay que eliminar una de las filas de aparcamiento, e incluso así puede haber problemas. El Ayuntamiento no realiza una mínima visita sobre el terreno ni consulta a los habitantes de la zona”, lamenta el presidente. A su juicio, “es más sencillo que todas las líneas” de esta zona comiencen en Camino del Rubín, “ya que dispone de más espacio.
