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El radar solo detecta infractores, dice el Ayuntamiento a Somió y a La Providencia

“Hay derrapes, no carreras ilegales”, defiende Seguridad Ciudadana | El gobierno estudiará “si se pueden poner” badenes en algún tramo

Una señal de limitación de la velocidad a 50 kilómetros por hora en la carretera del Piles al Infanzón a su paso por Somió. Juan Plaza

“Entiendo que estén molestos los vecinos por las denuncias, pero tienen que entender que los radares, ya sean fijos o móviles, no detectan quiénes son vecinos y quienes no lo son; lo único que detectan es que se sobrepasa el límite de velocidad”. El concejal de Seguridad Ciudadana, José Luis Fernández, respondía ayer con estas palabras a las quejas de las asociaciones vecinales de Somió y la Providencia por las multas masivas impuestas por el Ayuntamiento en la carretera Piles-Infanzón para intentar atajar las carreras ilegales que se producen en esa vía. Una medida que lejos de contentar a los vecinos los ha contrariado, ya que opinan que no resuelve el problema de las carreras y que las sanciones acaban recayendo sólo sobre los propios vecinos de la zona, que se despistan y superan ligeramente el límite de velocidad. Entre el 1 de enero y el 15 de junio la Policía Local impuso 2.672 multas en esta carretera.

El concejal de Seguridad Ciudadana también niega que se sigan produciendo carreras ilegales en la carretera Piles-Inzanfón, si no que lo que se producen son maniobras con los vehículos para intentar causar admiración a los clientes de un conocido establecimiento hostelero de la zona. El edil señala que en una reunión que tuvo, acompañado por un mando de la Policía Local, con dos miembros de la asociación de Somió “estábamos de acuerdo en que no son tantas carreras como intentar epatar a la gente que está en una terraza, en un bar que conocemos todos, con derrapajes o similares, porque hace tiempo que desaparecieron las carreras como tal”.

Respecto a la petición de las asociaciones de Somió y La Providencia de que se instalen obstáculos en la carretera para frenar a los conductores temerarios, como pueden ser pasos de cebra, badenes, cojines berlineses o semáforos, el concejal del distrito rural, José Ramón Tuero, explicó que está pendiente una reunión entre la Alcaldesa, Ana González, el edil de movilidad, Aurelio Martín y él mismo para analizar las múltiples peticiones en todas las parroquias rurales de Gijón para la instalación de badenes, algo que no reclaman sólo los vecinos de Somió o La Providencia.

Tuero indicó que la instalación de badenes está sujeta a una estricta instrucción del área de Tráfico del Ayuntamiento. El motivo es que este tipo de obstáculos en la vía no puede sembrarse indiscriminadamente, dado que afectan negativamente a los servicios de emergencias, como ambulancias y bomberos. Dicho eso, el concejal de la zona rural es proclive a que “se contemplen excepciones suficientemente justificadas”. La reunión de los dos ediles con la Alcaldesa es precisamente para “ver si en determinados sitios se pueden poner” los badenes que reclaman los vecinos.

Por su parte, el edil de Seguridad Ciudadana señala que desde su área lo que están haciendo es “tener presencia con vehículos y también con agentes de paisano” para atajar el problema de la conducción temeraria en la carretera Piles-Infanzón.

Críticas del PP

La edil del PP, Ángeles Fernández-Ahuja opinó por su parte que “cuando una queja persiste en el tiempo es que hay un problema que se debe tener en cuenta. Con la carretera del Piles al Infanzón lo que falta es voluntad política. Las multas pueden ser disuasorias, pero lo importante es evitar el problema que tienen los vecinos de la zona, cuya reivindicación entendemos, y eso no está resuelto”.

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