La declaración del ara de la Fortuna Balnearia como Bien de Interés Cultural –ayer informó favorablemente el Gobierno de Asturias del final de la tramitación administrativa– no frenará las intenciones del propietario de sacar a subasta esta pieza del siglo I hallada en 1820 en La Mortera, muy próxima al poblado de Santa Bárbara (Tremañes). “Esta decisión no afecta en nada; bueno sí, en que ahora la pieza tiene más valor”, señalan fuentes próximas al entorno de Manuel del Castillo, concejal del PP en el Ayuntamiento de Gijón en el pasado mandato y propietario del ara, que promete subastar la pieza antes de que acabe el año.
El ara de la Fortuna Balnearia, “un bloque paralelepípedo de arenisca en el cual se distribuye un texto de siete líneas, enmarcada la superior por una cenefa moldurada y dos rosetones”, según la definición de la consejería de Cultura, no es la primera vez que está a punto de subastarse. De hecho, en enero de 2020 una casa de subastas de Madrid ofertó esta pieza con un precio de salida de 90.000 euros. Poco después, el Principado paralizó la subasta e inició los trámites para su declaración como Bien de Interés Cultura.
Esta nueva catalogación de la pieza, explican desde el entorno del propietario del ara, no afecta a su subasta. “La declaración como BIC te obliga a cuidarla, la administración tiene derecho a revisarla, pero lo puedes vender siempre y cuando comuniques antes la venta de la pieza o que va a salir a subasta”, explican las mismas fuentes. De hecho, la propiedad habría comunicado ya sus intenciones de subastar el ara antes de que termine el año, y en la misa casa de la capital de España que cuando se intentó llevar a cabo en enero de 2020. “La administración pública tiene derecho de tanteo y retracto, pero el propietario también tiene derecho a venderla si así lo estima oportuno”, añaden las mismas fuentes de la familia.
La pieza en cuestión, que mide 96x37 centímetros, pertenece a la familia Del Castillo desde que el bisabuelo de Manuel del Castillo, Justo del Castillo, la descubriese a finales del siglo XIX. Esta creación romana inspiró posteriormente al ingeniero gijonés a la hora de crear el balneario de la playa de San Lorenzo. Desde el año 2014 está dentro del Inventario Cultural de Asturias, aunque lleva más de dos décadas fuera de la región, según desvela el entorno de la familia de Del Castillo.
La pieza, en su parte inferior, se representa bajo la cenefa un adorno geométrico de semicírculos concéntricos, y casi tangente a otros semicírculos centrales. El texto, detallan desde el Principado tras la declaración como Bien de Interés Cultural, tiene un trazado regular y letra bien definida, lo que apunta a una cronología aproximada de época flavia. La traducción de la inscripción es la siguiente: “T(itus) Pompeius Peregrinianus a (la diosa) Fortuna de los baños, para su salud y la de los suyos”.
Ahora, tras los últimos movimientos del Gobierno regional, está por ver si finalmente se subasta o, por el contrario, la adquiere el Principado para mantener el ara en Asturias.
