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Los precios del autobús, la basura y la ORA suben más del 20% en una década

El Casino, la Feria, los bajos de El Molinón, los grandes hoteles, edificios de oficinas y centros comerciales, afectados por el “IBI para ricos”

Basura apilada junto a un contenedor de la calle Cabrales.

La presión impositiva que habrá en Gijón, de salir adelante el proyecto de ordenanzas fiscales que acaba de presentar el gobierno local de PSOE e IU, refleja una evolución variable en los principales tributos en la última década. Desde 2012, han bajado el tipo del IBI, la tarifa del agua y el precio del bonobús, mientras se han incrementado por encima del 20% el coste del billete ordinario de Emtusa, la tarifa por recogida de basuras y el precio por el estacionamiento en la zona azul.

El Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el que más recaudación aporta al Ayuntamiento de Gijón, mantiene el tipo mínimo del 0,45% sobre el valor catastral desde el año 2015, cuando también se aplicó una reducción de los valores catastrales del 22%. Debido a ello, el recibo del IBI es inferior al de hace una década, cuando además el tipo impositivo oscilaba del 0,48% al 0,502% en función del valor catastral de la vivienda.

No obstante, si se echa la vista unos años atrás, este impuesto ha subido, ya que la rebaja lineal del 22% en los valores catastrales de 2015 sólo permitió amortiguar en parte la subida que habían tenido los mismos en la ponencia de valores catastrales del año 2009, justo al año siguiente de la anterior crisis, y que llevó a que los valores catastrales de muchos inmuebles se duplicaran ampliamente en aquel año.

Los precios del autobús, la basura y la ORA suben más del 20% en una década

El IBI es uno de los principales caballos de batalla en la negociación de las ordenanzas fiscales de 2022, que requieren del apoyo o al menos de la abstención de un grupo político de la oposición para ser aprobadas. No lo es por el tipo impositivo para el común de los ciudadanos y empresas, que permanecerá invariable en el 0,45%, si no por la propuesta de aplicar por primera vez un IBI diferenciado, popularmente denominado IBI para ricos, con un tipo del 0,55% para los inmuebles con un valor catastral superior al millón y medio de euros, propuesta que rechazan de plano los grupos municipales del centro derecha y que a la oposición de izquierdas que representa Podemos-Equo le parece escasa.

¿A quién afectaría el IBI "para ricos"?

El IBI diferenciado sólo puede ser aplicado al 10% de los inmuebles de mayor valor de entre los que sobrepasen el 1,5 millones de euros reseñado, con lo que afectará a 110 inmuebles incluidos registrados el catastro como de uso comercial, ocio y hostelería, oficinas, almacén y estacionamiento y de obras de urbanización y de construcción. Entre los inmuebles afectados están el del Casino de Asturias, los cines Yelmo, la Feria de Muestras, los grandes centros comerciales como Hipercor, Alcampo, Los Fresnos, Carrefour de El Llano y La Calzada, el San Agustín y Leroy Merlyn; hoteles como el Abba Playa, NH, Tryp Rey Pelayo, Silken o el Môderne; dos edificios de oficinas en la calle Marqués de San Esteban, los bajos comerciales de El Molinón, los bajos comerciales de una manzana en la Avenida de La Constitución (alquilados entre otros a un comercio chino) y las instalaciones de Emtusa, entre otros.

La intención del gobierno local de aplicar por primera vez en Gijón el IBI diferenciado suscitó ayer el rechazo de los empresarios. Desde FADE se insistió en que se trata de “un impuesto que tiene un efecto discriminador entre empresas por el mero hecho de su ubicación. No es el camino para hacer Gijón más atractivo para la inversión, el empleo y la generación de riqueza. Las empresas han sufrido el duro impacto de la pandemia y apenas se están recuperando. Subirles los impuestos en estos momentos no es oportuno, sobre todo cuando se trata de un impuesto que grava inmuebles en los que se realiza actividad económica, sin tener en cuenta si el negocio va bien o va mal, ni el impacto que tendrá sobre las cuentas y sobre la competitividad”, indicaron fuentes de la patronal asturiana.

En sentido similar, desde la Cámara de Comercio de Gijón también se apunta que “el incremento de la presión fiscal sobre activos empresariales que aportan riqueza a su entorno lastra la competitividad de estas compañías y desincentiva sus inversiones”. Además, desde la entidad cameral también expresaron su contrariedad porque incrementen el IBI correspondiente al recinto ferial, reclamando justamente el trato contrario. “La mayor parte de los recintos feriales de España o están exentos o bonificados por estar dirigidos a dinamizar la economía”, apuntan desde la Cámara.

Otro de los impuestos municipales vinculados con los inmuebles, el de la plusvalía, no se ha tocado en esta década. En cuanto a otros tributos municipales, destacan las subidas del billete ordinario de Emtusa, el estacionamiento en la zona ORA respecto a los precios que había en 2012.

En la tarifa de basuras, la subida sería de más del 21% en tres años. El proyecto de ordenanzas plantea un incremento de 60 céntimos en el recibo bimestral que pasa Emulsa a los vecinos. Esto supone que el coste anual para las familias será de 72,60 euros, frente a los 59,88 euros que pagagan en 2012, cifra que se mantuvo inalterable hasta 2019. Para ese año ya se había intentado un incremento de tarifas, cuando el Consejo de Administración de Emulsa aprobó en de junio de 2018 un incremento del 5% tras una primera propuesta del 10%. Sin embargo, aquella subida no llegó a ser efectiva, dado que posteriormente el Ayuntamiento no publicó las ordenanzas fiscales para 2019 en las que debía de materializarse. No fue hasta el año 2020, con el cambio en el gobierno municipal, cuando se actualizó la tarifa de recogida domiciliara de basuras hasta los 69 euros anuales, que sigue vigente en la actualidad, pendiente de la negociación para volver a incrementarla el año que viene.

La tarifa de la ORA

En cuanto a la tarifa de la ORA, el aparcamiento en la zona azul aumentará en un 26,66% respecto a 2012 al pasar de los 75 céntimos por hora de aquel año a los 95 céntimos propuestos para el que viene. Las últimas subidas tuvieron lugar en 2013 y 2020, respectivamente.

En cuanto a los viajes en autobús los precios propuestos experimentan una realidad dual. Así, el euro y medio que se plantea cobrar por un billete sencillo supondría un incremento del 25% respecto al euro con veinte céntimos de 2012. Al año siguiente subió hasta cinco céntimos, sin que desde entonces se modificara esta tarifa. En cuanto al bonobús, pese a que se vaya a incrementar el coste del viaje respecto al año actual, los 75 céntimos que se plantean para 2022 están por debajo de los 78 céntimos que costaba en 2012 y de los 82 céntimos de los siete años siguientes.

También es ligeramente más barata la tarifa doméstica del agua que hay actualmente y que se mantendrá para 2022, respecto a la que había hace diez años. Eso, a pesar del incremento que aplicó la EMA a esta tarifa a partir de 2020, revertiendo en su mayor parte la rebaja que había aplicado el anterior gobierno local en el año 2015.

Precisamente la tarifa del agua, junto a la de basura, son dos de los principales caballos de batalla del grupo municipal que en los dos anteriores mandatos ostentó el gobierno municipal, el de Foro Asturias.

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