El plan de vías no se circunscribe únicamente a la mejora de las comunicaciones de la ciudad con la apertura de una estación intermodal en Moreda. Muy por el contrario, y para cumplir otro de sus objetivos esenciales, incluye varias medidas destinadas a suturar la brecha que el tren ha dejado a lo largo de las décadas en la trama urbana de Gijón, partiéndola literalmente en dos. Así, además de las terminales de tren y autobús, el documento presentado ayer por la alcaldesa, Ana González, incluye la construcción de una cubierta sobre la estación de largo recorrido que conectará el parque de Moreda con el aparcamiento situado ente Sanz Crespo, la avenida de Portugal y la avenida del Príncipe de Asturias. El presupuesto de la actuación es de 29,38 millones de euros.
El proyecto también recoge, con una inversión de 48 millones de euros, el cubrimiento de las vías de ferrocarril entre el parque de Moreda y el cruce del tendido de cercanías con la calle Bertolt Brecht. De esta forma, se posibilita el desdoblamiento de la avenida de José Manuel Palacio (antigua Juan Carlos I), así como la ampliación del propio parque hasta el trazado antiguo de la autopista, que se reconvertirá en un bulevar urbano. Todo ello tiene como objetivo último la unión de los barrios de Moreda y Pumarín. Además, el plan de vías, tal y como lo conciben Ana González y su equipo, destina 66,2 millones de euros a diferentes obras de urbanización. Así, entre otros trabajos, se procederá a la demolición del viaducto de Carlos Marx, al citado desdoblamiento de la calle José Manuel Palacio hasta la de Bertolt Brecht o la urbanización de los suelos que van desde El Humedal hasta el cruce con Bertolt Brecht.
Cubrir las vías desde el parque de Moreda al cruce con Bertolt Brecht costará 48 millones
Dentro del ámbito de actuación también está contemplada la construcción de un edificio de oficinas para el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Saldrá por 7,2 millones de euros. La supresión del tramo de vías de ancho métrico y su integración mediante un nuevo trazado hasta La Calzada, de forma que en un futuro permita la integración en la ciudad de Tremañes y el polígono de Mora Garay, también forma parte del plan. Se enmarca dentro del proyecto para la erradicación del tridente ferroviario que la Alcaldesa ha querido introducir ya en esta planificación, si bien será objeto de una tramitación aparte para no interferir en lo que se considera más urgente: la construcción de la estación y la entrada en servicio del metrotrén.
“El objetivo de toda la ciudad es que haya una estación intermodal lo más pronto posible”, afirmó la Alcaldesa, quien subrayó el interés por no acumular más retrasos. “Nos interesa lo mejor para Gijón sin pasos atrás”, señaló Ana González, quien también destacó que la ciudad ya tendría lista la estación intermodal si se llega a licitar la actuación en el año 2012. A su juicio, que Foro renunciara en su momento a lanzar el contrato está en la base de la situación por la que atraviesa el plan de vías. “Se tuvo que empezar la tramitación desde el principio”, advirtió.
Tal y como había informado la Regidora cuando abogó por dejar sin efecto el convenio de 2019 para devolver el proyecto de estación a Moreda, el convenio que se empezará a negociar ahora con los grupos municipales y con los socios de Gijón al Norte se lleva por delante las torres previstas en el “solarón”. Así, el Ayuntamiento se compromete a modificar la ordenación prevista en el Plan General de Ordenación y la edificabilidad asignada con un doble objetivo. Por un lado, ampliar las zonas verdes de todo el ámbito y, por otro, reordenar la edificabilidad sin tener que ir obligatoriamente a los niveles máximos permitidos.
El director general de Urbanismo, Gonzalo Canga, que tomó parte en la presentación del borrador de convenio, explicó que la nueva ordenación de los terrenos liberados por la operación se realiza “bajo criterios de sostenibilidad, incluyendo más zonas verdes pero sin renunciar a la edificabilidad”. De esta forma, el Ayuntamiento pretende que el “solarón” y todo su entorno respondan a un modelo urbanístico “blando” y de acuerdo con lo que se pretende para la fachada de Poniente y Fomento a través del concurso de ideas que está en marcha.
