La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Policía disuelve un encierro vecinal para pedir más horas de apertura en atención primaria en un ambulatorio de Gijón

La federación vecinal rompe relaciones con la gerencia sanitaria tras la intervención policial y exige hablar con Adrián Barbón: “Ya está bien”

7

Protestas vecinales en Gijón para pedir la reapertura en horario de tarde de los centro de salud

Una veintena de usuarios de centros de salud de la ciudad se encerraron hoy en el de Severo Ochoa, en el marco de la manifestación que había convocado a sus puertas la Federación de Asociaciones Vecinales (FAV), en lo que supuso la jornada que ha acabado por separar las posturas entre los vecinos y la gerencia sanitaria local y del Sespa. La federación, viendo que ningún responsable del servicio de salud acudió a hablar con los manifestantes, exige ahora una reunión con Pablo Fernández, el consejero de Salud –que ya les ha remitido dos veces a la gerencia del Sespa– y, como siguiente paso, a Adrián Barbón. “Él ya defendió públicamente la atención presencial. No vamos a atender a ninguna otra autoridad”, adelantó Manuel Cañete, presidente del colectivo. El encierro, que surgió de forma espontánea, se saldó con 22 identificados por la Policía Nacional, una medida “desproporcionada”, a juicio de los afectados.

La Policía Nacional identifica a los manifestantes que se encerraron dentro del edificio. | Ángel González

La protesta suponía el reinicio de la campaña de manifestaciones impulsadas por la FAV por la atención primaria, una lucha que se centra ahora en la reapertura de centros de salud en horario de tarde. Gijón tenía once pero se quedaron en cuatro por la pandemia y para poder reagrupar al personal sanitario, pero la falta de profesionales y la demanda al alza de visitas a domicilio hace que Salud vea la reagrupación como la única solución posible.

Apoyo de Podemos

Esta medida se intentó impulsar ya en varias ocasiones, y contó incluso con la aprobación por mayoría en Pleno en 2019, pero se frenó siempre por el rechazo vecinal. El escenario, no obstante, es más complejo ahora, porque la reagrupación ya se ha hecho por la pandemia y los sanitarios se oponen a la reapertura. La FAV, viendo que ninguna autoridad les recibió, ha terminado por romper relaciones. “No puede ser que en vez de mandar a alguien lo único que decidan es llamar a la Policía”, lamentó el presidente vecinal, que no se volverá a reunir con el gerente local Manuel Bayona ni con Óscar Veiras, responsable de Salud Pública del área, y tampoco con Concepción Saavedra, del Sespa: “O el consejero o Barbón; se acabó”. El encierro duró hasta las 17.30 horas con 22 participantes y fue apoyado por la edil de Podemos Laura Tuero y el diputado autonómico Daniel Ripa, que criticó la intervención policial de una protesta “pacífica y comunicada”. La manifestación de la mañana contó con más de un centenar de asistentes y la presencia de representantes de Ciudadanos y el PP. Junto a los centros de salud en horario de tarde, esta campaña la centran también los usuarios de Nuevo Roces y La Camocha. El futuro centro de salud de los primeros sigue pendiente de licitarse y de la reforma del segundo apenas se sabe nada: “Está todo paralizado, y ya está bien”.

Compartir el artículo

stats