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La Filarmónica quiere estrechar lazos

“Colaboraremos más con otras entidades”, asegura Antonio Hedrera, nuevo presidente de la Sociedad, con 40 miembros nuevos esta temporada

Antonio Hedrera y Mar Fernández, ayer, delante del teatro Jovellanos. | J. Rus

Tiene 34 años, trabaja como neuropediatra en el HUCA, es pianista y desde finales de septiembre preside la Sociedad Filarmónica de Gijón. A vuela pluma, ese podría ser el perfil de Antonio Hedrera Fernández, que asume el timón de una entidad cultural con 114 años de historia y que vuelve a bullir en actividad con una temporada con 16 conciertos programados, el primero celebrado el 6 de octubre en el Jovellanos. Con 240 socios, 40 de ellos debutantes este año, el objetivo de Hedrera es, además de sumar nuevas personas que se unan a la entidad, continuar con la senda de su predecesor Ramón García-Avello. Es decir, seguir abriendo la Filarmónica a Gijón y a los gijoneses. “No queremos ser un grupo cerrado que programe solamente para sí, queremos colaborar con otras entidades”, asegura Hedrera.

Esa vocación de estrechar lazos con otras entidades ya se ha plasmado en los 16 conciertos programados por la Filarmónica para esta temporada. Una temporada que arrancó el 6 de octubre y que se prolonga hasta el 20 de mayo. Una de las colaboraciones más novedosas será con el Festival de Jazz de Gijón con el concierto “Piazolla x100”, que destacará por su rica variedad instrumental, con un bandoneón y una batería.

También habrá una colaboración con la Fundación Alvargonzález, con dos conciertos, uno del pianista Martín García y otro del violinista Leonardo González, y el concierto de la soprano María Espada, que cuenta con el mecenazgo de la Fundación Cristina Masaveu Peterson. Además, el 22 de diciembre, hay programada una gala lírica de obras de ópera y zarzuela en beneficio de la asociación de niños con cáncer Galbán. Todos los conciertos se celebran en el Jovellanos a las 20.00 horas, excepto el que se hace en colaboración con el Festival de Jazz que será a las 20.30 horas.

“No queremos programar solo con el importe de los socios sino colaborar con otras entidades, estar abiertos”, se sincera el nuevo mandatario. El común denominador de esta temporada de la Filarmónica será la música de cámara. “Vamos a tener más conciertos que otros años, mantenemos la tendencia de programar más. El hilo principal es la música de cámara, variada, de calidad y sobre todo del repertorio romántico y barroco”, apostilla Hedrera.

Antonio Hedrera entró a formar parte de la Filarmónica en 2018, aunque tuvo conocimiento de ella desde hace bastante más tiempo “por su afición a la música”, cuando los conciertos de la entidad eran cerrados a los socios. Esta situación cambió en 2014, con la pérdida de 500 abonados en el transcurrir de una década. Por motivos laborales, Hedrera trabajó fuera de Asturias ocho años. Estuvo en Valladolid y en Madrid. A su regreso al Principado acudió a un concierto de la Filarmónica. “Creo que a Avello le llamó la atención mi juventud y me dijo que si quería colaborar con la junta directiva y hasta hoy”, afirma en tono jovial el ahora presidente.

Estudiante de conservatorio y pianista, dice Hedrera que su candidatura es de “consenso” y “conjunta”. Se refiere a que aunque él será la nueva cabeza visible, detrás estarán viejos conocidos de la entidad cultural como la vicepresidenta y crítica musical de LA NUEVA ESPAÑA, Mar Fernández, o el propio García-Avello, que ahora será vocal, entre otros. “Antes esto era como más secreto, desde que nos abrimos poco a poco a ido cambiando la imagen que se tiene de nosotros”, opina Fernández. “Los objetivos están claros, ganar socios, cuantos más mejor, pero sobre todo seguir ganando en visibilidad. Demostrar que existimos y que somos una institución importante”, abunda.

Y es que, reconociendo el trabajo realizado por sus predecesores, Antonio Hedrera asume los mandos de una entidad que se muestra orgullosa de su pasado y que encara un presente y futuro ilusionante tras haber resuelto el problema de la pandemia sin desafinar. “Hemos aguantado el tirón bastante bien, en cuanto se pudo se volvió a programar. Prácticamente en 114 años de historia no hemos parado más que en momentos muy concretos. Ni la Guerra ni la pandemia han podido con nosotros”, zanja el nuevo mandatario de la Filarmónica, que quiere abrirse más a Gijón.

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