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La primera fase de la ampliación de Cabueñes, de 45 millones, se ejecutará en 29 meses

El futuro edificio duplicará el espacio actual del complejo hospitalario l “Es un cambio trascendental”, celebra la Alcaldesa, Ana González

El Hospital Universitario de Cabueñes. | Marcos León

Gran empujón a una de las actuaciones más importantes para el futuro de Gijón. El Principado aprobó ayer un presupuesto de casi 45 millones (44.966.475 euros) para licitar la primera fase de las obras de reforma y ampliación del Hospital Universitario de Cabueñes, la actuación sanitaria por excelencia en la ciudad y que comenzó a planearse hace 15 años. Esta primera fase, que es la más ambiciosa de las dos de las que consta el proyecto, tendrá un plazo de ejecución de 29 meses y servirán para levantar un nuevo edificio anexo al ya existen en la zona este del complejo sanitario actual, que seguirá funcionando con normalidad cuando arranquen los trabajos.

“Es un cambio trascendental”, celebró ayer la alcaldesa, Ana González, sobre un equipamiento que será “de altísimo nivel”. “Hay que reconocer el compromiso del Principado con la modernización de la ciudad”, añadió la primera edil, a la espera de conocer cuántas empresas se presentan a un proyecto de semejante envergadura. No tan halagüeña se mostró ayer la oposición, que cargó contra el Principado por los continuos retrasos del proyecto. Algunos tildaron ayer de oportunista el anuncio del Ejecutivo autonómico por producirse a continuación de que el Gobierno central “olvidara” los grandes proyectos de Gijón en el borrador de sus presupuestos.

La ampliación de Cabueñes colea desde hace un quinquenio y fue la pandemia la que volvió a provocar un importante retraso. Las obras tendrían que haber comenzado en el segundo semestre de 2020. No fue así y la primera fase contó con una dotación de 3,5 millones de euros a primeros de este año, a los que había que sumar los 4,2 que destinó Salud en el presupuesto de 2020. Sumando ambas asignaciones, la inversión aprobada ayer en el consejo de Gobierno es cuatro veces superior.

“Se han producido algunos cambios con la fase 1, pero son las propias del desarrollo de un proyecto. No hay cambios en la estructura del plan funcional”, aclaron ayer fuentes de la consejería de Salud, en referencia al edificio anexo que se construirá junto al edificio actual. Este bloque aportará al complejo sanitario 51.232 metros cuadrado, lo que supone duplicar el espacio total. El nuevo inmueble será el centro de la actividad asistencial. “Primará un modelo de alta resolución y al que los pacientes acudirán para ser diagnosticados y tratados sin precisar ingresos”, aclaran desde el Gobierno regional. El bloque constará de ocho plantas, distribuidas en seis alturas, cuatro de ellas asistenciales, dos técnicas, un semisotáno y un sótano. Las plantas intertécnicas, que serán de menor tamaño que las otras, se destinarán a mantenimiento.

La planta baja se dedicará a las Urgencias y Diagnóstico por imagen, mientras que en la segunda estará el servicio de diálisis, gabinete de pruebas funcionales y despachos médicos. Ya en la tercera, el área quirúrjica, que contará con 19 quirófanos y dos unidades de recuperación postanesteisa y otra de cuidados postquirúrgicos. La quinta planta se dedicará al hospital de día oncohematológico y compartirá espacio con los laboratorios de Hematología y Hemoterapia, Bioquímica, Microbiología y Urgencias, y consultas de hematología más el banco de sangre. El último piso acogerá la UCI y áreas de descanos para los sanitarios de guardia. El semisótano tendrá accesos independientes directos por el exterior y albergará los servicios centrales de farmacia, esterilización, almacenes y el vestuario personal así como otras instalaciones. En el nivel menos dos habrá una cámara sanitaria para saneamiento e instalaciones.

A todo ello hay que sumar una segunda fase, que arrancará más adelante y que se centrará en una mejora general de los espacios ya existentes. Se estima derribar el inmueble más antiguo del complejo, el de consultas externas, y remodelar el área de hospitalización. Esta zona quedará dedicada en exclusiva a ingresos. En total, se crearán espacio para unas 550 camas y 20 quirófanos. En suma, la ampliación del Hospital de Cabueñes requerirá una inversión total que superará los cien millones de euros.

La dotación asignada ayer por el Principado pilló por sorpresa a los dos principales sindicatos médicos del Hospital de Cabueñes, el Satse y la CSI. “Nos congratulamos de que se vea ya la luz al final del túnel porque el hospital está muy decadente. Es una necesidad para los profesionales que repercutirá en los pacientes”, indicó la presidenta de la junta de personal del Satse, Virginia Álvarez. “Una cosa es que se anuncie y otra que se empiece. Tenemos experiencias con otras ampliaciones”, apuntaron, por su parte, fuentes de la CSI, que cargaron contra el gerente del área V, Manuel Bayona, por “no haberles informado”.

La oposición en el Ayuntamiento de Gijón se mostró crítica con los retrasos del proyecto. “Parece que el Principado sale al rescate de Sánchez y anuncia importantes inversiones para la ciudad”, criticó la concejala de Ciudadanos, Mara Simal. “Es un sabor agridulce, porque han tenido que esperarse ocho años para que esta ampliación comience a ejecutarse”, matizó.

El portavoz de Foro, Jesús Martínez Salvador, recordó que esta obra es “una prioridad ante la pasividad de Ana González, que no movió un dedo para agilizar las obras”. “Esta obra es un compromiso de Barbón con Carmen Moriyón y ayer el Gobierno regional cedió ante la presión de Foro antes de tener que responder por enésima vez a nuestro diputado Adrián Pumares por no haber cumplido sus compromiso”, añadió.

“Gracias a Podemos, el PSOE por fin entra en razón y escucha a los sanitarios”, opinó la portavoz de Podemos-Equo, Laura Tuero. “Celebramos que se pase de los raquíticos 3,5 millones a casi 45 y vigilaremos para que se cumplan los plazos”, añadió. “Deben explicar qué plazos se manejan y hacer que las partidas se ejecuten”, declaró la portavoz del PP, Ángela Pumariega. “Los gijoneses llevan años esperando por esta ampliación. Están hartos de incumplimientos”, agregó.

“Ha transcurrido todo un año sin presupuestar una primera fase que durará 29 meses. Es un año perdido”, lamentó el portavoz de Vox, Eladio de la Concha. “Esperemos que se inicien las obras cuanto antes, pero la vista del resto de los proyectos de los que se han hecho cargo los socialistas, como el plan de vías , no podemos más que ser escépticos”, zanjó.

El proyecto sanitario de nunca acabar

Las obras para modernizar el hospital, proyectadas hace quince años, acumulan varios retrasos, el último debido a la pandemia de coronavirus

Corría el primer trimestre del año 2016 cuando un equipo formado por 200 profesionales sanitarios presentaron el plan para la ampliación y reforma integral del Hospital de Cabueñes. El entonces consejero de Salud, Fernando del Busto, barruntaba en septiembre de 2015 que las obras que ayer licitó el Principado pudieran empezar a finales de 2016. No fue así. La historia de la ampliación del principal hospital del concejo está marcada por retrasos y más retrasos. Acumula continuas esperas, desde que se proyectara por primera vez hace un quinquenio. Ahora se desea que lleguen a su fin.

El último gran retraso no fue burocrático ni administrativo. Vino dado por las circunstancias. Fue la pandemia la que obligó otra vez a pisar el freno. El plan de reforma en el centro de referencia del área sanitaria V de Gijón contaba con 4,2 millones de euros del presupuesto regional de 2020 y tenía que ser en julio del año pasado cuando comenzaran las obras. Una vez más, no fue así. En este caso, el aplazamiento fue una cuestión forzosa y hasta el personal del centro médico, que meses después tendría que seguir luchando contra la ola de contagios, asumió que en esas circunstancias lo normal era dejarlo para el año que viene.

Eso no significó que no hubiera avances. No entraron excavadoras ni operarios, pero a nivel administrativos se dieron pasos importantes. Justo a final del 2020, el gran proyecto sanitario de Asturias podía decir que tenía todos los papeles para ponerse en marcha. Fue cuando el Ayuntamiento concedió la licencia de obras para la primera fase. Anteriormente, en verano, completó la cesión terreno donde deberá erigirse un edificio de 50.000 metros cuadrados que impulse la sanidad gijonesa y a sus pacientes a la modernidad.

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