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Arranca la reforma de los depósitos de Roces con un millón de euros para evitar las fugas

La primera fase de la intervención, que ya ha sido adjudicada por la Empresa Municipal de Aguas (EMA), se ejecutará en cinco meses

Los depósitos de agua de Roces. Ángel González

El ambicioso plan de reforma de los depósitos de Roces, uno de los elementos más importantes de la red de abastecimiento de la ciudad, se pone en marcha. La Empresa Municipal de Aguas (EMA) acaba de adjudicar en un millón de euros las obras de impermeabilización del denominado depósito IV. Se trata de la primera fase de un operativo, adelantado por LA NUEVA ESPAÑA, que también incluye una actuación similar en el depósito V. La inversión total de la EMA en este proyecto superará los dos millones de euros.

La actuación en el primer depósito va a ser ejecutada por una UTE integrada por Orión Reparación Estructural y Repair Estructuras, con un plazo de ejecución estimado en cinco meses. El objetivo principal de los trabajos es garantizar la estanqueidad y el correcto funcionamiento del almacenamiento de agua. El depósito presenta problemas de porosidad y fisuras, a lo que se le unen deficiencias en las juntas de dilatación. A juicio de los expertos, lo más eficaz para el tratamiento de estas patologías consiste en un revestimiento de impermeabilización a partir de poliuretano. Se prevé el tratamiento de todas las superficies de hormigón de los vasos y de la cubierta. De esta forma, además de impedir la pérdida de agua por juntas, grietas o fisuras, también se paralizará la erosión, se generará una superficie interior pulida y lisa, que facilite la limpieza de los vasos y no favorezca el desarrollo de microorganismos, y se impermeabilizará la cubierta o trampilla de acceso.

Construcción

La construcción del depósito de Roces se llevó a cabo en dos fases. Durante la primera, concluida en 1925, fue cuando se levantaron los dos vasos, con una capacidad de almacenamiento de agua de 50.000 metros cúbicos cada uno de ellos. Se realizaron con hormigón armado semienterrado. En una segunda fase, motivada por cuestiones higiénicas, se ejecutó la cubrición de los tanques, actuación que concluyó en 1969.

El depósito en el que se va a trabajar ahora presenta una degradación muy importante por el paso del tiempo. Cuenta con una doble membrana de impermeabilización sobre la solera que forma el soporte, instalación que da muchos problemas por su antigüedad. Se está levantando y su limpieza resulta cada vez más complicada.

La cubierta tiene una fina capa de tierra vegetal que va a ser retirada aprovechando las obras previstas. Su mal estado está provocando la entrada de escorrentía dentro del depósito.

Por otro lado, también se pretende mejorar el sistema de ventilación, incorporando chimeneas intercaladas que favorezcan el flujo de aire.

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