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Pacientes y sanitarios exigen un Hospital de Cabueñes “cómodo” y puntero en innovación tras la ampliación

Los profesionales y usuarios reclaman que el nuevo edificio no caiga en “errores arquitectónicos”: “Es algo necesario”

El complejo del Hospital Universitario de Cabueñes. | Ángel González

Diseñar un hospital que sirva para descongestionar el HUCA, cómodo para pacientes y sanitarios, puntero en innovación y que atienda la demanda asistencial de una población gijonesa cada vez más envejecida. Esos son los “deberes” que le ponen los profesionales de la salud y las asociaciones de enfermos al futuro Hospital Universitario de Cabueñes después de que el Principado aprobara hace dos días un presupuesto de casi 45 millones para licitar la primera fase de la ampliación del complejo sanitario gijonés. Una ampliación que entrañará la construcción en un plazo de 29 meses de un edificio anexo al actual de seis alturas y dos sótanos dedicado a las Urgencias, la Hematología y los Cuidados Intensivos, entre otras especialidades. Se pregunte donde se pregunte, el anuncio, tras años muchos años de espera, ha sido bien acogido. “Era algo necesario, porque Cabueñes estaba anticuado”, coinciden sanitarios y pacientes.

Esteban Gómez es el presidente del Colegio de Enfermería de Asturias y celebra el avance de una ampliación que duplicará el espacio del actual complejo. “Es de justicia para los profesionales y los pacientes, porque había un déficit de en cuanto a instalaciones y recursos”, comenta. “Se va a poder dar cobertura asistencial toda la población y permitirá disponer de mejores instalaciones y consultas. Es un salto adelante, porque, aunque se ha apostado por el HUCA como buque insignia, Cabueñes no podía ir a remolque”, concreta, sin olvidar que de la ampliación depende la facultad de Enfermería, que, ante la falta de espacio, ha tenido que trasladar a sus alumnos de primero a la Universidad Laboral. Por alusiones, Fernando Alonso, el decano, se congratula por la actuación: “Va a permitir solucionar deficiencias estructurales que tenemos y ampliar superficie. Tendremos más equipamientos y podremos unificar espacios, así como seguir avanzando en innovación docente como la simulación clínica”.

Los médicos también se muestran satisfechos. Gonzalo Acebal tiene 68 años de los cuales 31 los pasó en el Hospital de Cabueñes. Fue jefe del servicio de Traumatología durante los últimos siete años de su carrera. “Cada año que pasaba iba habiendo menos asignación, siempre faltaba un papel. Se necesitaba perentoriamente avanzar en la ampliación”, explica. En su opinión, la obra debería aprender los aciertos y de los “errores arquitectónicos” del HUCA. “Se debe escuchar a los profesionales. De arquitectura no sabremos, pero sí de medicina. No se trata de gastar dinero por gastar, sino de hacer un hospital para los pacientes y los profesionales”, concreta.

“Era una necesidad de hace tiempo”, apostilla Eduardo Segovia, que fue jefe del servicio de Cardiología del Hospital de Cabueñes hasta el 2018. “No podía ser que el centro médico de la mayor población asturiana se hubiera quedado obsoleto”, añade un profesional que ahora disfruta de la jubilación. “El Sespa debería valorar en dar confianza a otros servicios porque los casos de alta complejidad que recibe el HUCA pueden distribuirse. El sentido de referencia no tiene que ser geográfico, sino de motivación y trabajo”, finaliza.

Para los pacientes, el paso adelante en la ampliación de Cabueñes supone una buena noticia. Carmen Navarrete es la presidenta de la Asociación Lúpicos Asturias (Alas) para pacientes con lupus. “Servirá para descongestionar el hospital. Habrá más servicios y eso siempre es positivo”, declara. “Beneficiará tanto a los pacientes crónicos como a los que acuden de manera puntual al médico”, postula su homóloga, Conchita López en la asociación de enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa. “Se habla de las consultas externas, que para nosotros es el pan nuestro de cada día. Espero que implique la llegada de nuevos profesionales porque las enfermedades neurológicas van en aumento”, zanja Olga Díez, presidenta de la asociación Parkinson Jovellanos.

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