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Las mujeres ganan espacio en la Politécnica: tres de cada diez estudiantes son alumnas

El porcentaje de nuevas matriculadas pasa del 24 al 28% | “Tienen más éxito en los estudios”, reconoce el director de la EPI, Juan Carlos Campo

Una de las clases del nuevo grado de Ingeniería de Datos. | Juan Plaza

La presencia femenina en las aulas de la Escuela Politécnica de Ingeniería (EPI) de Gijón, históricamente muy inferior a la masculina, tiende al alza. El porcentaje de alumnas que ingresan en el centro se ha incrementado en casi cinco puntos, de forma que ya casi tres de cada diez estudiantes que empiezan una de las titulaciones que ofrece la Escuela son mujeres. En concreto, se ha pasado del 23,5% del curso 2016-2017 al 28,1% del actual. Por lo que se refiere al volumen de alumnas respecto al total de matriculados en la EPI, alcanza el 27,6%, cerca de 800, lo que significa una subida de casi un punto sobre el ejercicio pasado.

El gran salto femenino en la Politécnica se registra en la matriculación de este curso. Su director, Juan Carlos Campo, confirma que la entrada de alumnas de nuevo ingreso ha ascendido del 24% al 28% en un ejercicio. “El nuevo grado en Ciencia e Ingeniería de Datos explica buena parte de esa subida, junto con el grado en Ingeniería de Organización Industrial, ya que ambos cuentan con alrededor del 40% de mujeres”, afirma Campo. “También ha ido muy bien el grado en Ingeniería Informática, que partía de porcentajes muy bajo, de menos del 15%, y este año ha pegado una subida muy grande, de casi el doble”, añade.

“El hecho de que se partiera de números bajos obliga a analizar los datos con cuidado, porque estadísticamente pueden llevar a cambios puntuales acusados sin que sean sostenidos en el tiempo en la misma dirección”, advierte Campo, quien destaca el alto rendimiento de las mujeres que se deciden a entrar en la Politécnica de Gijón. “Tienen más éxito en los estudios, abandonan menos y acaba llegando al final una mayor proporción de las que entraron”, detalla el director de la EPI.

Como anécdota, Campo desvela que la primera mujer que finalizó sus estudios en la Escuela fue Concepción Fandiño Vázquez, de la promoción 1952-1957, mientras que la pionera en la actual ubicación del campus, que originariamente solo albergaba Ingeniería Industrial, fue Aurora Llorens.

A nivel general, Campo confirma que en la EPI se ha registrado este año “un incremento significativo en el número de estudiantes de nuevo ingreso”. Según explica, “la mitad se debe al nuevo grado en Ciencia e Ingeniería de Datos y el resto está distribuido por varias titulaciones. Informática está muy fuerte, pero este curso ha sido también interesante la evolución positiva que se ha dado del grado en Ingeniería Eléctrica, cuya especialidad de renovables tira de la titulación, y también en Ingeniería Mecánica”.

Desde un punto de vista global, el máximo responsable de la Politécnica subraya que la evolución del campus gijonés “ha sido impresionante”. “Como pude escuchar de Juan Velarde en una ocasión, Jovellanos vería hoy materializados sus deseos. Nació casi en tierra de nadie y actualmente es un campus muy pujante que aún tiene margen para que dé más de sí”, señala. A su juicio, “hay que impulsar la tan manida colaboración con el entorno socioeconómico y con la propia Milla del Conocimiento como primer campo de experimentación y también entre los propios centros del campus allí donde haya complementariedad”.

Además, sostiene que la ampliación del Parque Científico y Tecnológico Margarita Salas “debe suponer un salto cualitativo para convertir a Asturias en uno de los polos nacionales de la economía del conocimiento”.

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