Así que por sus frutos los conoceréis

(Mateo 7, 20)

En agosto de 2016 tuve la suerte de ocuparme de las funciones que había ejercido don José Luis Díaz-Caneja Burgaleta dos décadas atrás. No obstante, no llegué a coincidir nunca con él, lo que no significa que no llegara a conocerlo aunque solo fuera en el ámbito profesional. Como reza el versículo citado de San Mateo, ahí queda su obra, la Empresa Municipal de Aguas, para corroborarlo.

Nos habría gustado que nos acompañara en la celebración del Día Mundial del Agua de 2019, pero su ya muy precaria salud lo impidió. Querríamos haberle mostrado nuestro reconocimiento a su gran labor en la gestación y desarrollo de esa sociedad municipal. Lamentablemente y como suele ser habitual, nos acordamos demasiado tarde de hacerlo. Esperamos que al menos a través de su esposa, Cecilia, y su hijo, José, le llegara nuestra gratitud.

El Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos está de luto por el fallecimiento de uno de sus más destacados miembros ya que fue nuestro decano en la demarcación de Asturias. Afortunadamente la institución sí cumplió con él al concederle la Medalla de Honor, la distinción que se otorga a los colegiados que – cito textualmente – “hayan desarrollado actuaciones de incuestionable mérito y que supongan aportaciones notables al prestigio de la profesión con carácter público y notorio, y, a su vez, hayan prestado servicios destacados al colectivo de los Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos”.

A los pocos meses de mi llegada a la Empresa Municipal de Aguas (EMA), nos dejó también Claudio Fernández Junquera, impulsor de su creación desde sus responsabilidades como concejal en el Ayuntamiento de Gijón. Más tarde, con motivo de la redacción del proyecto de renovación de la fuente de la plaza del Carmen, propusimos que se colocara allí algún elemento conmemorativo de ese hecho a modo de homenaje. Ahora que están concluyendo esas obras, sufragadas por la empresa municipal que ellos fundaron, es buen momento para hacer que perdure así el recuerdo de ambos, hombres con lúcida visión de futuro, independencia de criterio y recto proceder, cualidades indispensables para el progreso de los pueblos. Dicho queda.