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“Kiara”, la perra surfera de Gijón que capta todas las miradas de la playa

Una labradora y su dueño acaparan todas las miradas en la playa por su habilidad para coger olas: “Se lo pasa mejor ella que yo”

"Kiara", la perra surfera de Gijón

"Kiara", la perra surfera de Gijón Pablo Palomo

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"Kiara", la perra surfera de Gijón Pablo Palomo

Si alguien estaba pensando en usar la expresión “cuando los perros surfeen” para hablar de un imposible, debería buscarse otra fórmula. En Gijón, la afición por cazar olas ha calado tanto que la practican ya hasta los canes. Ahí está para demostrarlo “Kiara”, una perra de seis años de raza labradora, que se lo pasa en grande sobre la tabla, surcando las aguas del Cantábrico en San Lorenzo. El animal, que tiene un equilibrio que ya querrían muchos bípedos, disfruta con el deporte tanto o casi más que su dueño, Juan Manuel Santiago, un habitual del arenal y que acapara todas las miradas por la complicidad con su mascota. “Solo con la tabla en casa ya sabe que toca furgoneta y chapuzón”, apunta.

La querencia de “Kiara” por las olas surgió de un día para otro y sin avisar. Juanma Santiago, un gran aficionado a los perros, sostiene que no hubo ningún tipo de adiestramiento y que todo empezó sin planificación. Un buen día, el gijonés se encontraba surfeando en San Lorenzo y “Kiara” decidió meterse a nadar con él. Una cosa llevó a la otra y decidió subirse a la tabla con su compañero humano y, como vio que no pasaba nada, siguió perfeccionando su técnica hasta ahora. Suelen acudir varios días por semana a practicar su deporte favorito, aunque se les puede ver también en Rodiles o la Espasa. “Se lo pasa ella casi mejor que yo”, ríe Santiago.

Lo que está claro es que humano y animal forman un binomio prácticamente perfecto. Se complementan a las mil maravillas. Juanma Santiago y “Kiara” entran a pie al agua y solo cuando el mar le permite a la perra ponerse a nadar, esta se sube sin recibir ninguna orden a la tabla de su compañero. Santiago la remolca a no mucha distancia de la orilla, a la zona donde se forman las olas. Y, cuando llega la ocasión apropiada, el sapiens da la vuelta a la tabla y se pone a remar. La mayoría de las veces el plan funciona y, si cogen el suficiente impulso, Santiago se monta, se pone de pie sobre la tabla y llegan hasta la orilla sin mayores problemas. “Caemos muchas veces, pero ella lo aguanta muy bien. Le encanta”, explica.

Desde hace unos meses, “Kiara” no está sola en casa. Santiago, que empezó a surfear a los 13 años, tiene desde hace menos de uno otra mascota. Se trata de “Koa”, otra labradora, pero de color marrón, que de momento no se atreve con el mar. Por ahora, a “Koa” le encanta rebozarse en la arena y perseguir a los muchos perros que en días buenos como el de ayer corren libres por San Lorenzo. Para que no haya problemas, a veces Santiago confía en habituales del arenal, como José Luis Garrido, el cuidado de “Koa” mientras surfea con “Kiara”. El surfero, de 48 años, suele acudir a San Lorenzo cuando su trabajo a turnos en Arcelor se lo permite. Siempre que va con sus mascotas elige días como el de ayer, en el que el oleaje no supone ningún peligro para la seguridad de su mascota.

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"Kiara", la perra surfera de San Lorenzo Juan Plaza

Una mascota que, lógicamente, llama la atención de todo el que pasa. Ayer, el paseo del Muro estaba plagado no solo de gijoneses sino también de los muchos turistas que están en la ciudad adelantando el puente de noviembre. Todos los que vieron la habilidad de “Kiara” sobre la tabla se quedaron con la boca abierta. Y no pocos decidieron sacar rápidamente el teléfono para inmortalizar el momento. Y es que no todos los días se ve a una perra cogiendo olas. Por cierto que Juan Manuel Santiago también está en el Astur Celta, un equipo de canicross (correr con perros), pero esa es otra historia.

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