Desterrar el IBI diferenciado fue la línea roja marcada por Ciudadanos (Cs) al gobierno local para sentarse a hablar y posibilitar sacar adelante las ordenanzas municipales, al tratarse de “un impuesto ideológico” que afecta especialmente “al sector hostelero, hotelero y comercial, además de a oficinas del Parque Científico y Tecnológico y al recinto ferial” a ojos de la formación naranja. “No tenía ningún sentido, y menos con la pequeña recaudación, de 460.000 euros, que supondría. No justifica el daño a esas empresas”, defiende el concejal Rubén Pérez Carcedo. No obstante, a pesar de que la aprobación de las tasas es el punto de partida de los presupuestos, el edil mantiene prudencia “a la espera de conocer el borrador del gobierno local y despejar cómo afectará la supresión del IBI diferenciado, con el que contaban, y la sentencia del Constitucional sobre plusvalías”.
La aprobación de las ordenanzas, destaca Pérez Carcedo, se asienta en otros cuatro pilares: la congelación de tasas de basura, bonificaciones a las familias gijonesas y a las empresas que se quieran asentar en la ciudad y salvar Emtusa. “No era el momento subir las tasas de basura, menos aún cuando está en marcha un proyecto para que se pague en función de la basura que se genere. Es mejor esperar a esos resultados y revisar la totalidad de la tasa para el que recicle”, aporta el concejal. Otro de los éxitos de Cs está en las bonificaciones “para aliviar las cargas a las familias de clases medias. Hemos logrado que existan esas bonificaciones a partir del segundo hijo en campamentos de verano y ludotecas municipales. También el IBI para familias numerosas, con incremento del 25 al 30 por ciento y que beneficie a más familias la incrementar el valor catastral del que se puede disfrutar de esta bonificación al pasar de los 150.000 a 200.000 euros”. Además, celebra Pérez Carcedo, el acuerdo con PSOE e IU, adelantado por LA NUEVA ESPAÑA, permitirá que se incentive la instalación de empresas en la ciudad para generar empleo.
El quinto punto, defendido por el gobierno local y asumido por Cs, es en cuanto a la subida del precio del autobús para evitar el colapso de Emtusa, tal y como alertaba la intervención municipal que podría incluso afectar al Ayuntamiento.
Tras la aprobación de las ordenanzas, ahora, desde Cs vuelven a tender la mano al gobierno local para aprobar los presupuestos, una mano tendida siempre que se “aparque el sectarismo y se piense en los gijoneses desde el sentido común”. Pero Pérez Carcedo reconoce que, de entrada, “el borrador no parece ir muy en línea de lo que siempre hemos defendido, que es contener el gasto corriente e incrementar las inversiones”.
Podemos-Equo, pese “al viraje” de PSOE e IU hacia la derecha, abiertos a pactar las cuentas
La portavoz municipal de Podemos-Equo, Laura Tuero, insistió ayer en la preocupación de su grupo por el “viraje” del gobierno local de PSOE e IU, negociando el plan de vías con el PP y pactando las ordenanzas fiscales con Ciudadanos, pero mostró sus disposición para negociar con el gobierno de Ana González los presupuestos municipales para 2022. “Nosotros siempre vamos a estar dispuestos a negociar. El presupuesto tenemos que estudiarlo a ver qué tipo de medidas de políticas sociales de las mayorías se van a hacer. Nosotros vamos a estar ahí y desde luego que vamos a estar negociando. Vamos a estar con la mano tendida”, como indica que también estuvieron con las ordenanzas fiscales, pese a lo que el gobierno local optó por “una subida a todas las mayorías de esta ciudad” y no por el IBI para ricos.
