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El plan de NMR pasa por priorizar a los acreedores ligados a la minería

Un informe elaborado durante el preconcurso planteaba pagar todo a proveedores de su actividad minera y quitas y aplazamientos al resto

Un buque, cargando carbón de NMR en la ampliación de El Musel en julio de 2020. | Juan Plaza

Abandonar la compraventa internacional de carbones que realizaba fundamentalmente a través de El Musel e intentar centrarse en la explotación de la mina de Pilotuerto (Tineo) y reabrir o vender la cantera de arcilla Sofía en La Espina (Salas) es la base del plan de negocio que una consultora elaboró para NMR antes de que entrara en concurso de acreedores, tal y como desveló LA NUEVA ESPAÑA, con el que la compañía intentó convencer a las seis entidades financieras a las que adeuda 14,4 millones de euros a que le prestaran otros 12. Un plan de negocio en el que se proponía abonar íntegramente lo que adeudaba a los acreedores que necesitaba para su actividad minera, negociando quitas y largos plazos de amortización para la deuda con los acreedores vinculados a la actividad de comercio internacional, realizado fundamentalmente por El Musel.

NMR no convenció a los bancos para que pusieran dinero bueno sobre dinero malo ni cerró un acuerdo con la mayoría de acreedores y el pasado 22 de octubre solicitó en los juzgados madrileños entrar en concurso de acreedores. Ahora ha enviado una carta a los acreedores para tranquilizarlos, afirmando contar con apoyos suficientes entre ellos para aprobar un convenio que evite la liquidación de la sociedad e indicando que presentará un convenio que garantice la “igualdad de trato” para los acreedores.

En el plan de negocio encargado a la consultora, en cambio, se planteaba pagar íntegramente en 2021 los 5 millones de euros que adeuda a proveedores que considera prioritarios para poder desarrollar su actividad minera. Para el resto se sugería negociar quitas de la deuda y un calendario largo de pagos. Poco después de ese informe, la compañía pedía a los acreedores que asumieran una quita de la mitad de la deuda y el pago del resto en tres anualidades empezando a finales de 2024.

A fecha de junio, el pasivo de NMR ascendía a 67,1 millones de euros (sin incluir otros 57,1 que le reclamaban clientes). Los 5 millones de euros que se planteaban pagar a tocateja forman parte de los 52,7 millones de pasivo con acreedores comerciales. Entre sus acreedores, NMR ha dejado un reguero de deudas en Asturias, varias de ellas millonarias y otras exiguas, como los 3.000 euros pendientes de pago a Hunosa por el uso del lavadero de El Batán (Mieres).

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