“A nadie le gusta vivir al lado de una depuradora, de una línea de alta tensión, nadie quiere los ruidos de un aeropuerto al lado de su casa, pero a todos nos gusta que nuestros vertidos estén tratados y nos despreocupemos, que la luz encienda cuando damos a la llave, en definitiva que los servicios funcionen. Lo que no es razonable, cuando vivimos en sociedad, es que se exijan esos servicios, pero los queramos ubicados al lado de la casa de otro vecino”. El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, hizo ayer estas consideraciones tras apuntar que no tiene ningún temor ante las iniciativas legales emprendidas por los vecinos de El Pisón, que además de intentar frenar la activación de la depuradora del este de Gijón en los juzgados de lo contencioso, también han interpuesto una denuncia penal contra Morán y otros cargos. “Las instalaciones cumplen el 100% de las exigencias ambientales”, señaló al respecto.

Los tribunales obligaron al Estado a repetir la tramitación ambiental de la depuradora, pero “esas deficiencias ambientales, entendemos que han sido corregidas más allá de lo que la normativa exigía. Los servicios técnicos entienden que se han cumplido todas las exigencias y que las instalaciones cumplen al cien por cien”, dijo.

Morán señaló que “confío que en pocas fechas esté rematado el trabajo de los ajustes en la conducción y tengamos el ciclo completo en funcionamiento” . El desarenado y desengrasado –pretratamiento– de la depuradora comenzó a funcionar el pasado 18 de octubre, pero para poner el conjunto de la instalación en funcionamiento, en pruebas, es preciso reparar el desgaste que sufrieron durante años las canalizaciones que conducirán los fangos hacia la depuradora del oeste.

Vertido al mar

Por otro lado, la Coordinadora Ecologista de Asturias ha criticado la resolución por la que la Consejería de Medio Ambiente autorizó el pasado 11 de octubre el vertido al mar del efluente de la depuradora de El Pisón, a través del emisario de Peñarrubia sin tener en cuenta alegaciones de los ecologistas sobre los controles de la calidad del agua depurada antes de su vertido, los niveles de depuración exigidos, la difusión pública de esos datos y que se efectúen controles de la calidad del agua del mar en un radio de 5 kilómetros del emisario durante la temporada de baños.