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Cabueñes amplía las cirugías por la tarde para pacientes que llevan un año de espera

“Se están haciendo más turnos que antes de la pandemia”, defiende el hospital, que mantiene una planta en reserva para la epidemia de gripe

Exterior del Hospital Universitario de Cabueñes.

Aunque el volumen de pacientes a la cola sigue siendo aún muy elevado, en este último mes Cabueñes ha pegado un acelerón sin precedentes en su actividad en quirófanos. Según explican los servicios de cirugía y anestesia del hospital, el complejo tiene estas últimas semanas en marcha todos sus quirófanos “a pleno rendimiento” en su horario habitual de mañanas y ha aumentado, como novedad, “varios turnos más de tarde” para intentar ponerse al día con unas listas de espera disparadas tras la crisis del coronavirus. Este acelerón se intenta apurar ahora todo lo posible ante el temor de que la campaña de gripe de este año, ahora que la población se va liberando de las mascarillas, resulte más agresiva, sobre todo en la población infantil, y que obligue a ralentizar en parte la actividad de cirugías ante la posible saturación en planta.

En medida de lo posible, el hospital se centra ahora en la “población diana” que el Sespa le pide priorizar: los pacientes que llevan más de un año esperando por su cirugía. En este mes, además, y buscando “adelantarse un poco a los plazos previstos”, Cabueñes ha empezado también a citar a pacientes que llevan a la cola unos once meses, un plazo que el personal reconoce que es “altísimo”, pero que supone un síntoma de mejora respecto al mes pasado.

En esta primera quincena del mes, el hospital trabaja con unas 360 camas ocupadas, una cifra que el propio personal tilda de “asumible”. En años anteriores, aunque cuando aún se permitía el uso de supletorias –que metían a un tercer pacientes en habitaciones dobles, dejando al último sin mesita ni armario–, el volumen de enfermos no empezaba a resultar preocupante hasta acercarse a los 400. Y ahora, aunque ya no se pueden usar esas camas –la gerencia cedió el año pasado a una demanda histórica del personal y de los sindicatos y abolió el uso de estas camillas–, el hospital ganó espacio eliminando un área de despachos de la quinta planta.

Esta zona se cerró durante el verano, una medida habitual ante la reducción del volumen de pacientes que acuden a Urgencias y a reducirse en parte el volumen de actividad en quirófanos, para respetar el descanso de la plantilla. Y, al menos hasta esta semana, no se vio todavía necesario reabrirla, aunque la gerencia ya explicó a la junta de personal que se hará en cuanto se necesite y de manera casi inmediata.

De momento, el auge de los ingresos por infecciones respiratorias es palpable, pero no alarmante, a juicio del personal de Urgencias. Desde hace ya semanas, el foco se centra en el ámbito pediátrico, que es también habitual: las bronquiolitis infantiles suelen llegar siempre antes que la gripe. En cuestión de un mes se verá si la campaña vírica de invierno lastra o no un plan quirúrgico que, hasta ahora, está funcionando.

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