En la época de las plataformas digitales siempre disponibles, el FICX (Festival Internacional de Cine de Gijón) presume de resistencia. “Queremos ir a contracorriente, contra esa creencia de que todo se puede ver en cualquier momento. Habrá muchas películas que se solo puedan disfrutar de forma presencial, porque después no estarán online”, explica Alejandro Díaz Castaño, director del festival.
La 59.º edición, que se pone en marcha el próximo viernes 19 de noviembre y se alargará hasta el sábado 27, tiene como principal aliciente la vuelta a las salas, tras el paréntesis del año pasado por la pandemia, que obligó a que todas las proyecciones fueran online. “El año online fue muy importante, pero por parte del equipo del festival siempre tuvimos claro que no era un año de transición, sino un bache, y que en 2021 íbamos a volver a lo de siempre, a la presencialidad”.
Falta menos de una semana para que arranque una nueva edición de la cita de referencia con el cine en Asturias, y también una de las más destacadas del panorama nacional. El equipo del FICX hace el último empujón de trabajo para pulir los últimos detalles. Abren un pequeño hueco para LA NUEVA ESPAÑA para visitar tres de los cinco espacios donde se proyectarán los filmes: el teatro Jovellanos, los Yelmo Cines y la Escuela de Comercio. El teatro de la Laboral y el Antiguo Instituto son los otros dos rincones de un FICX que tendrá 136 títulos, con 214 proyecciones –alguna película tiene más de un pase– y a los que hay que añadir otros 20 largometrajes que serán únicamente online. En total, 156 películas, con más de 3.000 butacas disponibles para el público.
El retorno de la presencialidad es, por tanto, el punto fuerte de esta edición. “El público está deseando volver a las salas y vivir esa parte de comunión que tienen las proyecciones”, comenta el director del FICX. “En mi caso soy de la generación de la televisión de tubo y videoclub. Pero sí que es cierto que esa mística de la proyección en la sala existe y es real”, relata Fran Gayo, responsable de programación del festival, que hace un ejercicio de memoria para explicar lo que supone para él disfrutar en vivo del cine. “Tengo el recuerdo de proyectar ‘Búfalo 66’ en el Jovellanos, con el teatro a explotar, y sentir de repente que el teatro iba a aplaudir en un momento concreto y de repente empezar todo, se te ponen los pelos de punta, y justificas un año de trabajo solo por esa reacción”, afirma, antes de añadir otra reflexión en esa línea: “Para mí es importantísimo eso, el efecto que tienen las películas en una pantalla grande. En una sala llena de gente es mucho más fuerte y extremo, también para el lado negativo. En Venecia vi proyecciones intensas, de acabar con un abucheo”.
El FICX cuenta de nuevo con la sección oficial como su principal reclamo. Se divide en “Retueyos”, “Albar” y “Tierres en Trance”. Casi 50 títulos, entre largometrajes y cortos, para ocupar un lugar privilegiado en el palmarés del certamen. La lista de directores es amplia. Amalia Ulman, Elie Grappe, Juja Dobrachkous, Catherini Corsini, Denis Coté, Bruno Dumont, Egardo Cozarinsky, José Pablo Escamilla, Nadav Lapid, Peter Tscherkassky o Hong Sang-Soo son algunos de los que presentarán sus últimos trabajos en Gijón.
Otro de los atractivos es el regreso del Festival de Cine a las aulas. Los escolares volverán a trabajar en torno al cine y disfrutar con la veterana sección “Enfants terribles”, para público infantil y juvenil, de más de una decena de propuestas. Los títulos de “Esbila”, los cortos asturianos y nacionales, las exposiciones, los conciertos, los encuentros y los reconocimientos a Gonzalo Suárez (premio “Isaac del Rivero” a la trayectoria artística), Iciar Bollain (premio “Mujer de Cine”) y Chiara Mastroianni (premio de honor), completan el atractivo plan del FICX.
¿Y por qué animarse a descubrir esta cita alguien que nunca se haya acercado? “Porque es un festival abarcable, bien dimensionado y con calidez”, resume con decisión Alejandro Díaz Castaño. “Ofrecemos contenidos de muy difícil acceso por otras vías”, añade. Interviene también en esta cuestión Fran Gayo. “Por la capacidad de sorprender es especial el FICX, sin duda”, apostilla, para desarrollar a continuación su argumento: “Trabajamos desde enero en la programación. Siempre hay dos tipos de duda. La primera, si habremos acertado por programa una película y la segunda si tendríamos que haber metido alguna que se queda fuera. Para mí la más peligrosa es la primera. Programar sin tener la convicción es peligroso”.
El rincón para el cine alternativo y de calidad mantiene su filosofía de recuperar esa sensación especial de vibrar con todo lo que rodea a una película. “Queremos evitar la gula cinéfila, que es lo que lleva muchas veces al aislamiento, como esa persona que tiene un disco duro lleno de películas a reventar, y que consume películas de manera sistemática y que cuanto más mejor, sin llegar tampoco llega a procesarlas”, argumenta Gayo. “Tampoco esa persona se para a sentarse, a tomar una cerveza, hablar de ellas y debatir, y eso digamos que está en el otro extremo de lo que pretendemos con el festival”, subraya.
De las 136 películas que se proyectarán en las salas del FICX, cerca de la mitad de las mismas solo se podrán ver en Gijón. “Ojalá todas llegasen después a tener una distribución, pero no es posible por diversas circunstancias, y ese es el encanto, ese encaje de bolillos, para preparar un cuadrante de películas para ver”, comenta Alejandro Díaz Castaño. “Vi en las redes sociales a una persona que apuntó a bolígrafo sus seis elecciones para ver en casa. Online es más sencillo, pero no tiene esa energía, y esa ansiedad para organizarte e ir de una sala a otra. Eso suma y mucho en este festival”, añade Gayo.
La edición actual tendrá también un último aliciente, el inicio de una adaptación en el FICX, que se vio paralizado el año pasado por las circunstancias especiales de la pandemia. “Buscamos hacer un festival de filtro, de no acumular las películas, pero sí de trabajar mucho la parte de debate interno, porque ha habido películas que debatimos durante semana si encajaban”, explica. “Lo que se propone es un viaje para que el que vaya a ver las películas de una misma sección se de cuenta que está disfrutando de un cine que se ha hecho para crear una serie de emociones y reflexiones en el espectador”, concluye el director del Festival Internacional de Cine de Gijón.
Exposiciones, conciertos, encuentros y talleres, los complementos del festival
El FICX será mucho más que cine. Las actividades complementarias tendrán un peso muy importante. Para los profesionales del ámbito audiovisual, por ejemplo, volverán a disfrutar de su punto de encuentro, el FICX Pro, entre el 22 y 25 de noviembre. Además, para el público general, habrá exposiciones, talleres de creaciones, clases magistrales a cargo de los cineastas o conciertos dentro de la fórmula “Gijón Sound”, que ha cambiado de fecha y pasado del mes de abril a noviembre, para ser un complemento del FICX. Sobre las exposiciones, el ilustrador, dibujante de cómic y director de animación Alberto Vázquez reunirá en la exposición “Fábulas sin moral” más de una treintena de dibujos, ilustraciones y extractos de sus películas. En el Espacio Astragal, por su parte, Alejandro Zapico llevará la exposición “Tom Fernández. Películas”, con un testimonio de imágenes relativos a los rodajes del cineasta en Asturias. Y en el Café Dindurra se podrá apreciar un recorrido pictórico, titulado “Pinturas de cine”, a cargo de Rafa Rollón. Peter Tscherkassky y Ainhoa Rodríguez serán los directores que tendrán encuentros con el público. Mientras que el guionista Miguel Canalejo y la directora Lucía Estévez impartirán un taller de creación de series web. El último complemento será el de los conciertos del “Gijón Sound”, donde Maika Makovski, Depedro, “Negrón”, Lorena Álvarez, Christian Löffler, “Los Zigarros”, James Rhodes, Silvia Pérez Cruz, “Las Malvinas” y “Mohama Sanz” repartirán sus actuaciones entre la Laboral y la Sala Albéniz. Entradas para la película inaugural. Este miércoles en la taquilla del teatro Jovellanos saldrán a la venta las entradas para disfrutar de la película inaugural del festival, “C’mon C’mon. Siempre adelante”.
