La entidad gijonesa Neoalgae, en plena expansión productiva, ultima la ampliación de sus instalaciones en el polígono de Lloreda con un nuevo edificio modular que busca ganar hueco para que la empresa pueda aumentar su espacio para laboratorios y habilitar un “showroom” para visitas guiadas. Hasta ahora, estos recorridos obligaban a los participantes a atravesar parte de las salas de producción, poniendo en riesgo que se filtrase parte de la tecnología inédita con la que trabajan los investigadores, que enseñaron ayer parte de su nueva reforma a la regidora Ana González y a Luis Díaz, de Gijón Impulsa. “Producimos alrededor de una tonelada de microalgas al año y el sector está en pleno auge. Aspiramos a ser líderes”, defendió uno de los cofundadores de la empresa, Ignacio Albert.
Neoalgae, explican sus responsables, pudo labrar su negocio en la ciudad gracias a la cesión de los terrenos donde actualmente tienen su sede y, desde entonces, han recibido varios proyectos financiados desde Gijón Impulsa relacionados con la investigación en la producción de microalgas. “Siempre quisimos ofrecer el producto original, el puro. Compramos las semillas a Canarias y las cultivamos durante todo el proceso en laboratorio. A día de hoy, ya las comerciamos con productos de cosmética, alimentación y fertilizantes”, señaló Fidel Delgado, otro socio fundador.
A día de hoy, añadió Albert, es el sector alimenticio el que más facturación les está trayendo a Lloreda. ¿El motivo? El auge de los suplementos de componentes como la espirulina y la chlorella y una colección de sopas y purés que la empresa ha comercializado recientemente. Por estos últimos productos ya les conocía la Regidora. “Conocí la empresa en la Feria de Muestras y me encantó, es realmente impresionante la capacidad de innovación que hay en Gijón y el entusiasmo de este equipo, que es un ejemplo de cómo impulsar la economía azul de manera transversal”, defendió. La empresa la componen actualmente 17 empleados, en su mayoría biólogos y técnicos de laboratorio. Al ir expandiéndose su actividad y centrando cada vez más los esfuerzos en investigaciones de I+D+i, el protocolo de cultivo de microalgas está ya perfectamente diseñado. Ayer le enseñaron a González cómo sus semillas pasan de pequeñas probetas de cristal a ocupar grandes contenedores de hasta 6.000 litros de capacidad.
