Las altas exigencias para la acreditación de profesorado para la Escuela de Marina Civil, sumadas a las diferencias “abismales” entre los sueldos de la Universidad de Oviedo y del oficio en alta mar (sale perdiendo, con mucho, la docencia), dejan a la institución académica en grave riesgo de escasez de profesores. Su crecimiento se frenará si no pueden ampliar plantilla. Es por eso que el rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, anunció ayer que pedirá a la ANECA (Agencia Nacional para la Evaluación de la Calidad y la Acreditación) que “cree una línea especial” de acreditación para los docentes adscritos a Marina Civil. El responsable académico no se anduvo con paños calientes: “No podemos pedirles que empiecen de cero a los treinta años y que estén cobrando, durante cuatro años, mil euros”.
Es un momento clave para la Escuela de Marina Civil del campus de Gijón. De hecho, Ignacio Villaverde hizo estas declaraciones en el acto oficial por la acreditación institucional que ha recibido la escuela. Se trata de una suerte de “sello de calidad” de la ANECA que trae consigo varios beneficios para el centro universitario.
El primero: el prestigio. El director de la Escuela de Marina Civil, Rubén González, afirmó que “nos posiciona y nos da una visibilidad que siempre buscamos, somos una escuela pequeña”. El segundo: la satisfacción del trabajo bien hecho. “Nos hemos esforzado mucho, han sido años de trabajo, estamos satisfechos”. El tercero: tranquilidad. Ya no tendrán que renovar cada cuatro años las auditorías de calidad para cada grado, sino que se valorará la escuela entera. El cuarto: el posible “efecto llamada” para nuevos alumnos. “Hemos crecido en el último curso”, apuntó González.
De las sesenta plazas previstas para el primer curso de los dos grados que se imparten –Marina Civil y Náutica y Transporte Marino– solo quedaron dos libres. Actualmente, la escuela ronda los 300 alumnos y hay 56 profesores. Una ratio buena, pero que temblaría si siguieran creciendo: “La ANECA no pone nada fácil captar docentes de Marina”, reconoció el Rector. Recordó que los estudios de Marina Civil se rigen siempre por un encorsetado sistema, que atiende a protocolos internacionales.
“El sector privado es muy atractivo, porque los sueldos son altos”, reconoció Villaverde. Y añadió: “No podemos decir ‘mira, ven aquí, tienes que empezar de cero, tienes que hacer una tesis doctoral, tienes que publicar en revistas de impacto. Para recuperar la mitad de tu poder adquisitivo actual, tienes que esperar de seis a siete años”. Claro y rotundo. En el acto también participaron la directora del área de Calidad de la Universidad, María González, el técnico Francisco Martínez Chamorro y el vicerrector de gestión, José Miguel Arias Blanco.
La residencia de estudiantes, a licitación en medio año
La licitación de la nueva residencia de estudiantes del campus de Gijón podría estar lista en medio año. Es el plazo “aproximado” que maneja el Rector, Ignacio Villaverde, y que anunció ayer en su visita a la Escuela de Marina Civil. En plena polémica por el fallido concurso para la obra de Cabueñes, el responsable de la institución académica afirmó que no está “nada preocupado” ante la posibilidad de que pudiera ocurrir lo mismo con esta también esperada actuación: “Es una obra más modesta y, además, genera interés. Hay empresas, incluso, que se dedican a la construcción de estos inmuebles para luegos explotarlos”. Y sobre otras actuaciones, ya menos ambiciosas, apuntó también que está pendiente la mejora en la calefacción de la Escuela de Marina Civil. “Está previsto abordar esta obra a lo largo del próximo año”, apuntó.
